Los casos positivos suben 256.462
- Los 12 meses de presencia de la pandemia en el país se convirtieron en la prueba más difícil al que sometió el Covid-19 a los bolivianos en medio de falencias
La desesperación, la agonía y la esperanza, caracterizan la vida de los bolivianos, tras confirmarse el 10 de marzo de 2020 la presencia del coronavirus, cuando dos casos importados fueron detectados en Oruro y Santa Cruz, hecho que desató alarma entre la población y las autoridades. Han transcurrido 12 meses y la pandemia hasta ayer causó la muerte de 11.884 personas; mientras que el número de contagiados se eleva a 256.462 y otros luchan por vencer a la letal enfermedad.
El 10 de marzo de 2020, fueron confirmado los dos primeros dos casos por el entonces ministro de Salud Aníbal Cruz. Dos mujeres de 60 años que habían viajado a Italia y la primera muerte de Covid-19 en el país fue reportada el 29 de marzo, se trataba de una mujer de 78 años de edad.
La primera ola que afectó a Bolivia llegó en julio y agosto de 2020, con un promedio de nuevos casos que alcanzó 1,702 el 22 de julio. Tras bajar un poco en el último trimestre del 2020, los nuevos casos volvieron a subir en el primer trimestre del 2021.
Bolivia empezó una segunda ola de contagios los primeros meses de este año, ahora las autoridades alertan que se viene una tercera.
Para el director de, Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz, Ramiro Narváez, Bolivia tiene más de 256.000 casos de coronavirus. La Paz reportó hasta la fecha más de 61.000 contagios y ya se encuentra en una fase de desescalada. Para el galeno, este lapso de tiempo fue de lecciones aprendidas y se creció en muchos aspectos.
A su vez, Narváez detalló que la tasa de contagios en el departamento está por debajo de 1,85%.
“Estamos en desescalada indudablemente, hemos disminuido un 34 por ciento en relación con la semana anterior (…) esto no nos puede dar una falsa sensación de seguridad porque tenemos que mantener las condiciones de bioseguridad”, afirmó.
Por otro lado, el exjefe de Epidemiología, Virgilio Prieto aseguró que, a pesar de una desescalada de casos, la transmisión no fue frenada en ningún país de la región. Los casos fueron reportados tanto como los fallecidos. Lo que quiere decir que el coronavirus sigue activo.
Por otro lado, el ministro de Salud, Jeyson Auza, alertó a la población sobre la presencia de una tercera ola de la pandemia que podría ser leve, igual o más letal que las anteriores.
Según el titular de Salud, la desescalada que vive el país es un momento ideal para seguir realizando las acciones de vacunación y extremando las medidas de bioseguridad, como el uso obligatorio del barbijo, el distanciamiento social, el uso de alcohol y el lavado de las manos.
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