Sobre el gobierno de Hong Kong
> Tensión política entre los dos países ha crecido recientemente principalmente a raíz de las protestas en el puerto del país asiático
Londres.- El gobierno británico acusó ayer a China de incumplir la Declaración Conjunta Chino-Británica de 1984 por la que Londres aceptaba devolver Hong Kong a China a cambio del compromiso de Pekín de conceder un amplio grado de autonomía política a la antigua colonia británica.
Reino Unido considera así que China está en "estado de continuo incumplimiento" de la declaración y ha condenado la decisión de Pekín de modificar el proceso para la elección del gobierno hongkonés.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, señaló que se trata del tercer incumplimiento de la declaración en menos de nueve meses, "un patrón diseñado para hostigar y reprimir las voces críticas con las políticas de China".
"La decisión de Pekín de imponer cambios drásticos para restringir la participación en el sistema electoral de Hong Kong supone un nuevo y claro incumplimiento de la Declaración Conjunta Chino-Británica, que es legalmente vinculante", ha añadido.
"La acción sostenida de las autoridades chinas implican que ahora me vea obligado a informar de que Reino Unido considera que Pekín está en un estado de incumplimiento continuo de la declaración conjunta, una evidencia del creciente distanciamiento entre las promesas y las acciones de Pekín", remachó.
En ese sentido, Raab reitera su "apoyo al pueblo de Hong Kong". "China debe comportarse de forma acorde con sus obligaciones legales y respetar los derechos y libertades fundamentales en Hong Kong", ha argumentado.
La tensión política entre los dos países ha crecido recientemente principalmente a raíz de las protestas en Hong Kong, un territorio que permaneció bajo soberanía británica hasta 1997. La imposición de la Ley de Seguridad Nacional y esta última reforma electoral han agravado la situación.
Las tensiones han ido en aumento desde que China impuso una nueva ley de seguridad nacional en Hong Kong, lo que facilita la represión de los manifestantes.
La declaración conjunta fue firmada por el Reino Unido y China en 1984. Londres ha insistido en que debería proteger la importante autonomía y libertades de Hong Kong.
Raab fue respaldado por ministros de Relaciones Exteriores del grupo de naciones G7. Expresaron su preocupación por la aparente erosión de los elementos democráticos en el sistema electoral de Hong Kong.
"También pedimos a las autoridades de China y Hong Kong que restablezcan la confianza en las instituciones políticas de Hong Kong y pongan fin a la opresión injustificada de quienes promueven los valores democráticos y la defensa de los derechos y libertades", afirmó.
La Unión Europea (UE) también expresó su preocupación el viernes. Josep Borrell, alto representante y vicepresidente de la UE, dijo que China estaba "desmantelando conscientemente el principio de 'un país, dos sistemas' en violación de sus compromisos internacionales y la ley básica de Hong Kong". Australia y Nueva Zelanda también han expresado preocupaciones por separado.
El gobierno de Hong Kong ha dicho que se opone firmemente a los comentarios que cuestionan la voluntad de China de defender "un país, dos sistemas", calificándolo de "acusación infundada". (Europa Press)
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