Un año de pandemia
> El Consejo Nacional de Salud (Conasa) determinó el viernes continuar con la huelga general que se cumple desde hace un mes
El dirigente del Sindicato de Ramas Médicas en Salud (Sirmes) El Alto Daniel Cazas relata que desde que se reportaron en Bolivia los primeros casos de coronavirus, el Gobierno no ha mejorado en nada las deficiencias que se registran en los establecimientos de salud del país, “Seguimos trabajando con la infraestructura deteriorada”, afirmó decepcionado.
“A un año de la pandemia no se ha mejorado nada, seguimos trabajando con huecos en los techos, y cuando llueve, el agua se entra a los hospitales y los centros de salud. No se ha mejorado nada en el tema de infraestructura, lamentablemente esa es la realidad”, dice.
Cazas, en entrevista con ANF, cuenta que ni su sector ha sido prioridad para el Gobierno, pese a que a nivel nacional el virus se cobró la vida de más de 500 profesionales en salud; de ese número 17 eran médicos y enfermeras de la urbe alteña, que han dejado en el desamparo a sus familias porque el seguro de vida que prometió el anterior gobierno, de Jeanine Añez, solo fue un “cuento”.
“Los profesionales no han tenido apoyo, muchos colegas que se han contagiado con el virus se han tenido que hacer atender en clínicas privadas porque todo estaba colapsado otros han muerto por falta de atención. Lo del seguro ha sido un cuento, hasta el día de hoy no se ha hecho nada por los médicos”, afirma.
En el gobierno de Jeanine Añez se emitió el Decreto Supremo 4217 que establecía un seguro anual y colectivo con un monto de indemnización de Bs 100.000 para el personal de salud en caso de muerte o invalidez producida por el contagio del covid-19, empero el sector afirma que hasta el momento no se beneficiaron del seguro.
El galeno recuerda que, cuando se supo del primer caso de contagio, la denominada “paciente cero” que había llegado de Europa a Santa Cruz, su sector estaba atemorizado porque desconocían la letalidad del virus y pese a ese peligro arriesgaron sus vidas para salvar a los miles de pacientes que llegaban con los síntomas.
Rememora que aparte del riesgo también tuvieron que soportar la intolerancia y discriminación de la gente, que los acusaban de “llevar el virus”.
El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Cleto Cáceres, coincide con Cazas y asegura que los cambios en el sistema de salud han sido pocos. Resalta que, desde los primeros contagios, cuando éstos se desbordaron, todos los hospitales públicos y de la seguridad social no tenían protocolos de atención y por eso se saturaron.
Dice que la falta de unidades de terapia intensiva agravó el problema. Cáceres comenta que más de 500 trabajadores en salud murieron a causa del virus. “Todos fallecieron en la primera línea mientras cumplían con su labor, salvar vidas”, señala.
Por su parte, el secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes) La Paz, Fernando Romero, hace énfasis de que en Bolivia el sistema de salud es precario y no ofrece las condiciones para los médicos que atienden a pacientes covid-19.
Romero exige al Gobierno destinar mayores recursos para el mejoramiento de los nosocomios y la contratación de personal médico. Lamenta que, en todo este tiempo, las autoridades no hicieron nada para “salvar al pueblo boliviano”.
Señala que más de 120 profesionales fallecieron en la urbe paceña por falta de equipamiento, infraestructura y medidas de bioseguridad.
El presidente Luis Arce, a través de su cuenta de Twitter, afirmó que, a un año de la pandemia, su gobierno cumplió con el pueblo por medio de una estrategia integral basada en la compra de pruebas, vacunas y medicamentos sin intermediarios y con transparencia.
“Hoy, no solo recuperamos la democracia, sino que restituimos el rol fundamental de la salud pública para enfrentar (la) pandemia. Implementamos una estrategia integral de lucha contra la covid-19. Compramos pruebas, vacunas y medicamentos sin intermediarios y con transparencia (…) Cumplimos con el pueblo”, señaló en un tuit, publicó ANF.
Arce remarca que, desde el inicio de su mandato, el año pasado, reforzó la atención a los pacientes con la adquisición, en tiempo récord, de más de 15 millones de vacunas y 2,2 millones de pruebas rápidas. “Compramos 53 toneladas de medicamentos, contratamos más de 3.000 médicos y comenzamos la vacunación masiva”.
Recientemente, ante la indiferencia del Gobierno nacional para atender las demandas de los médicos del país que piden la abrogación de la Ley de Emergencia Sanitaria, el Consejo Nacional de Salud (Conasa) determinó continuar con la huelga general que se cumple desde hace un mes.
Las determinaciones se tomaron en una reunión efectuada el viernes en la ciudad de Santa Cruz, donde los profesionales consensuaron con radicalizar sus protestas.
El sector ratificó su predisposición para ir al diálogo a fin de encontrar una solución al conflicto que se generó hace un mes en territorio nacional.