Salud, derecho que no soporta esperas

La burocracia de todos los gobiernos se caracteriza por no dar prioridad a lo más urgente y necesario; cree que solo es urgente “despachar” lo que es de conveniencia del “partido” o satisface los deseos de los jefes. De este modo, muchas veces son postergados asuntos inherentes a la salud de la población, como es la atención a hospitales, clínicas u otras dependencias; en otras ocasiones, habiendo los presupuestos necesarios, se descuida a consultorios, salas de operación, lugares de recuperación y otros que no pueden ni deben esperar porque se trata de situaciones especiales de las que depende la curación y hasta la vida de pacientes. No faltan los casos de indolencia e indiferencia para los cuales cada enfermo es un número y desde que se instaló en una cama habría perdido nombre y apellidos.

Atender y servir los servicios de salud es cuidar y respetar la vida, considerar y comprender que cada persona es parte indivisible de la sociedad y que, si no merece y tiene respeto, consideración y amor de sus semejantes, es solamente un ente, parte del moblaje disponible que puede o no ser reparado o compuesto.

La salud de la población, conjuntamente la atención a su alimentación, educación, vivienda y servicios esenciales para su buena vida y superación de todo mal, es un conjunto de derechos que tiene cada persona y que, en todo gobierno, cada autoridad o simple funcionario de cualquier dependencia pública o privada está obligado a cumplir. De la buena salud de la población depende la fortaleza, el desarrollo y progreso de un país. Un pueblo con buena salud y disponibilidad de excelentes servicios médicos y hospitalarios tiene capacidades plenas para el estudio y el trabajo, factores que son determinantes para perfeccionamientos profesionales y dedicación a las investigaciones científicas y tecnológicas que sirvan para mejorar las condiciones de vida del pueblo y para cualquier emprendimiento del gobierno que administre el Estado.

Lo expuesto determina que no puede ni debe posponerse la salud ni se debe descuidar aspectos que atingen a la buena conservación de la infraestructura y atención con vituallas, medicamentos y enseres necesarios para el más eficiente desempeño de médicos, enfermeras y personal auxiliar en consultorios, salas de operación y servicios.