Publicidad

    



[Severo Cruz]

¡Que Dios ilumine a nuestros políticos!


Hace un año surgió el primer bono para mitigar los efectos de la pandemia. Fue a los cuatro meses, aproximadamente, del gobierno que asumió el Poder, como resultado de una decisión parlamentaria. Tal medida reavivó las esperanzas, en pleno apogeo del virus de origen chino, entre los sectores sociales de menores ingresos.

“Hoy anuncio ante ustedes la creación del Bono Familia, un bono para las familias bolivianas que más lo necesitan, un bono para las familias con niños”, dijo la presidente de la República, Jeanine Áñez Chávez, en marzo pasado (EL DIARIO, 19 de marzo de 2020). Fue un bono consistente en 500 bolivianos, que se entregó en el mes subsiguiente. Luego vendrían otros, con diferentes denominativos, como el Bono contra el Hambre, el último en ser distribuido a la población.

Bonos que llegaron a manos de las personas más necesitadas. Tendríamos que calificar de oportuna y acertada la medida. “Pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”, diríamos parodiando a San Pablo.

Pero, lamentablemente, las personas necesitadas se multiplican, como consecuencia de la crisis económica y la emergencia sanitaria, a vista y paciencia de los políticos que dirigieron y dirigen el destino nacional, en democracia. Fenómeno social que refleja la difícil situación del país, que está conminado a llevar cuesta arriba una abultada deuda externa. Ésta, a octubre del 2020, registraba un monto de 10.997 millones de dólares, según la información proporcionada por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Luis Parada (EL DIARIO, 7 de diciembre de 2019). “La deuda externa de Bolivia va en aumento, y falta poco para llegar a 11 mil millones de dólares”, remarcó.

Aquellos compatriotas tienen la necesidad de comer, de educación y salud, como cualquier ser humano, como todos los bolivianos y bolivianas. Pero parece que estuvieran discriminados, debido que la desigualdad frustra sus aspiraciones de mejores días. Provenientes de las ciudades, de las minas y del campo, que se han dedicado, en su mayoría, al comercio informal, a modo de subsistir, en tiempos de las vacas flacas. Y que tampoco tuvieron suerte, en épocas de las vacas gordas. Con ello queremos significar que la bonanza hizo poco o nada a favor de ellos.

La realidad es que, en la economía nacional, el sector informal alcanza a un 70 por ciento, mientras sólo el 30 por ciento es formal, que contribuye con sus tributos y aranceles al Estado. Esa es la realidad, desafortunadamente.

Todo ello porque el empleo se ha reducido por la situación a que hicimos referencia, líneas arriba, a la mínima expresión. Pues importantes unidades empresariales, generadoras de fuentes de trabajo, cerraron sus actividades, por la arremetida del “enemigo invisible”, que aún convive con nosotros, sembrando zozobra e incertidumbre. Ahora no hay la posibilidad de encontrar empleo. Es una lástima.

En suma: las autoridades nacionales y departamentales están conminadas a satisfacer tales necesidades. Tienen que honrar la oferta electoral. Asumir políticas sociales que signifiquen un alivio ante la pobreza y extrema pobreza. Deben sensibilizarse con la angustia de los necesitados, tomar la iniciativa para mostrar solidaridad con el prójimo. ¡Que Dios ilumine a nuestros políticos!

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (831 Kb)      |      



Caricatura


Sociales

Premio al sacrificio

Maria Benita Ortiz, Presidenta de la agrupación de recolectores Bolivia Unida de Santa Cruz, recibió los tres motocarros.


Publicidad