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Protocolo

La etiqueta... ¡Ya no está de moda!



Comer en una mesa bien montada es un placer
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Mientras algunas sociedades procuran incluir o reforzar en su modus vivendi las buenas maneras y costumbres, la urbanidad y los buenos modales a través de la etiqueta y todo lo que se refiere a ella, es lamentable que otras vayan en sentido contrario invocando los nuevos aires que acompañan el siglo XXI.

Puedo entender que para muchas personas sea un tema sin importancia, y peor aún que descalifiquen no solo a esta disciplina, sino a quienes nos dedicamos a enseñarla por un simple tema de querer sobresalir y tal vez ganar notoriedad, aparentemente es más fácil hablar del vecino y descalificarlo a aceptar que hay distintas posiciones y maneras de pensar. Para avanzar no es necesario confrontar, no es necesario apagar la luz de los demás para brillar, peor aún si es una disciplina que además de no entenderla, jamás la practicaste. Aquí hay una expresión que dice: “zapatero a tu zapato”.

Descalificar estos temas es anular la importancia de las muchas empresas que se dedican a la organización de eventos, que siempre buscan actualizarse y están en permanente capacitación para brindar un mejor servicio a sus clientes, haciendo un despliegue importante de elementos no solo en sus mesas, procurando dejar un sello de elegancia que los distinga.

Últimamente se oye hablar tanto del género, la inclusión, la discriminación y la modernidad, pero por otro lado creemos tener la verdad absoluta de nuestro lado.

Entiendo que para algunos puede ser intimidante ver una mesa montada con un lindo mantel blanco, una vajilla elegante, una buena cristalería, o cubiertos necesarios para una comida de 5 tiempos, pero no por eso vamos a descalificarla, al contrario tal vez sea bueno aprender en lugar de buscar lo cómodo y simple como pretender utilizar un vaso multifuncional, que sirva para tomar una coca cola o un vino... eso también afecta de alguna manera a un conocedor de vinos, a un sommelier que también dedicó tiempo de su vida para estudiar y después hablar del tema.

Y no es que se trate de la realeza y los nobles, pues eso efectivamente es parte de los cuentos de hadas que alguna vez hemos escuchado.

Pero si los tomamos como referencia, hemos apreciado en reiteradas oportunidades a los Reyes de España tener actitudes “normales” (no puede ser de otra manera) mientras almuerzan o mientras conducen su vehículo sin necesidad de un chofer en algunas ocasiones, etc., pero eso no significa que no tengan conocimiento perfecto sobre el uso de cada uno de los cubiertos que hay en una mesa.

Estoy segura que no están pensando en borrar la etiqueta de sus vidas, lo que hacen es obviamente lo correcto... saber estar pues evidentemente ya saben ser, absurdo sería que monten una mesa de almuerzo familiar con copas y cubiertos que no van a utilizar cuando es obvio que en la mesa solo se pone lo que se va a utilizar en función al menú, ¿para qué pondríamos una pala de pescado si en el menú no hay pescado?

Lo propio con las copas, salvo que se trate de un evento mayor (banquete), donde no es posible que el camarero, mozo, mesero vaya preguntando a cada comensal que copa quiere utilizar... en esos casos el montaje de las mesas debe ser completo por lógica.

Si en las clases se montan mesas completas, es por un tema didáctico y no por pretender que todo el mundo viva en el país de las maravillas.

La semana pasada tuve el privilegio de dar una charla a un grupo de alumnos de la cátedra de Etiqueta y Protocolo de las carreras de la licenciatura de turismo y la licenciatura de relaciones públicas de la prestigiosa Universidad Dr. Andrés Bello de la República de El Salvador.

Mientras algunos logran incluir en su estructura curricular universitaria estos temas tan necesarios, otros la menosprecian.

La etiqueta no es la misma para todos, para algunas sociedades o culturas puede ser buena y para otras no, como el ejemplo que siempre cito: emitir sonidos corporales al comer es bueno y permitido en algunas culturas asiáticas pero para los que estamos a este lado del hemisferio es todo lo contrario.

Cuando dicto clases, repito hasta el cansancio que el buen gusto y el criterio es muy importante y que no todas las sociedades aprueban determinados comportamientos, por lo mismo es ilógico querer comparar la cultura japonesa con la española o la inglesa y peor aún con Estados Unidos, por lo menos con el último la diferencia evidentemente es abismal.

No es lo mismo un “afternoon tea” en The Rubens at the Palace de Londres, donde junto a la delicada infusión puedes servirte pequeños sandwiches de pan molde acompañado de pepinillos, berros, huevo con salmón y crema, roastbeef y mostaza, queso con tomate en cuanto a lo salado, o bien algún tipo de pastel de café y nueces, pastelillos glaseados, o los clásicos y famosos scones, con panecillos acompañados de mermelada de frutillas y clotted cream, (para los que no conocen su textura y sabor está entre la nata y la mantequilla y que una vez probada corremos el riesgo de jamás olvidarla) y acompañar todo lo anterior con una copa de champán por £.500, que una también deliciosa BigMac acompañada de french fries con ketchup en Mc Donald’s de $us.5.-

Son dos exquisiteces totalmente distintas y en ambos casos comerás con las manos pero los contextos son totalmente diferentes.

Puede que no tengas la oportunidad de estar en una u otra situación, pero también puedes estar preparado para “saber estar” en el momento adecuado.

Cito otros ejemplos:

- Respecto al uso de los cubiertos, tenemos el estilo europeo o continental o el americano, también llamado zigzag... sin mencionar a los llamados palitos chinos.

- ¿Copas?, ¿Cuantas hay?, ¿Qué bebidas se sirven en cada copa?, ¿Cómo se sostiene cada copa?, ¿hasta dónde sirvo el vino, cava o champan?

Entonces no se trata solo de una linda mesa o de dejar de utilizar el plato para pan por ser más práctico, se trata de tener conocimiento de la etiqueta en la mesa y si es posible en distintas culturas.

Los que hemos tenido una formación y nos dedicamos a esto, sabemos de lo que hablamos, muchos lo hemos vivido o lo vivimos a diario y no es una simple novedad y no nos estorba.

Asociar la riqueza y poder con la educación es un despropósito, la gente más pobre sin duda alguna, procura una mejor educación de acuerdo con sus posibilidades.

La búsqueda de lo práctico y cómodo es ignorar la evolución.

Una sociedad que desconoce la caballerosidad y el buen trato de un varón hacia una dama, poco puede ofrecer a sus hijos.

La etiqueta no es una moda, la etiqueta es una forma de vida.

Volviendo a la mesa, les regalo esta última frase... frase que me gusta y siempre la repito:

“El placer de comer, se inicia con el espectáculo de una mesa puesta con estilo”.

Georgette E. Bretel de Aliaga

Escritora y experta

Ceremonial, Protocolo,

Etiqueta y Comportamiento Social

www.facebook.com/Georgette.E.Bretel.de.Aliaga

Gebreteldealiaga.blogspot.com

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