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Corte Internacional de Justicia de La Haya

Investigador alerta riesgo en etapa de alegatos en demanda sobre Silala

> Señalan que existen grandes fallas en la postura boliviana sobre la demanda chilena por las aguas del Silala, una de estas es la respuesta del Estado boliviano, cuando lo que correspondía era demandar la incompetencia de la Corte de La Haya para tratar el caso


El investigador Milton Luis Lérida Aguirre en frente del edificio de la Corte Internacional de Justicia (marzo de 2018).

Casi opacado por la coyuntura sanitaria, social y política, Bolivia aún tiene una demanda iniciada en su contra por el gobierno de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el uso de las aguas del Silala. Para el investigador boliviano Milton Lérida esta demanda que en los próximos meses inicia su etapa de alegatos orales podría convertirse en una segunda derrota para Bolivia, debido a errores cometidos por parte de exautoridades durante el gobierno de Evo Morales.

En contacto con EL DIARIO, el investigador boliviano Milton Lérida señala que existen grandes fallas en la postura boliviana sobre la demanda chilena por las aguas del Silala, una de estas es la respuesta del Estado boliviano, cuando lo que correspondía era demandar la incompetencia de la Corte de La Haya para tratar el caso.

“El Estado boliviano no tiene ningún convenio o contrato firmado con la República de Chile. No hay una relación jurídica entre Chile y Bolivia sobre las aguas del Silala”, indicó.

Manifestó que en los 54 puntos de la demanda chilena, este país plantea el litigio como un problema entre dos Estados, cuando en la realidad se trata de un conflicto por un contrato de concesión entre Bolivia y una empresa privada, la The Antofagasta and Bolivia Railway Company Ltda.

Otro error cometido es que en ningún momento la demanda chilena fue presentada y tratada por la Asamblea Legislativa al tratarse de un tema de interés nacional que además está contemplado en el marco de la Constitución Política del Estado como un asunto de carácter “irrenunciable” para los bolivianos.

“Los parlamentarios bolivianos de la gestión 2016 en adelante no conocen, en gran parte y menos la han debatido”, sostuvo.

Lérida califica a estas circunstancias y condiciones como los más grandes errores de la política internacional de Bolivia con respecto a la demanda por las aguas del Silala.

La consecuencia de esa determinación por parte de los funcionarios de cancillería y del grupo encargado de la representación boliviana ante la corte internacional estaría por manifestarse en los próximos meses, cuando se inicie la etapa de los alegatos orales.

“Desde mi perspectiva y tal como está planteada la demanda de Chile, Bolivia no puede asegurar un éxito en su defensa, porque su demanda se basa en dos cosas, la aplicación del derecho internacional consuetudinario y el derecho humano al agua”, refirió el investigador, precisando que este último aspecto fue planteado por el mismo Estado boliviano.

¿QUÉ HACER?

Sobre esto, Lérida sostiene que el país y el equipo jurídico que lo representa están a tiempo de revertir esta situación desfavorable, mediante:

1. Señalar que los jueces de La Haya no tienen competencia para tratar la demanda de Chile por las aguas del Silala, al ser esta Corte un espacio para la resolución de problemas entre Estados, como lo señala su estatuto. (Art.36-b)

2 El Estado boliviano mediante la Asamblea Legislativa debe sancionar una ley que anule todos los obrados administrativos realizados durante la gestión de Evo Morales con relación a la demanda chilena por el Silala.

3 Se debe expresar a los jueces de la corte internacional de La Haya que el Estado boliviano no acatará ningún falo emitido por una corte que no tiene competencia para tratar la demanda presentada por Chile.

4 Iniciar un juicio de responsabilidades en contra de Evo Morales y todas las autoridades que participaron de la representación boliviana que atendió la demanda.

5 El Estado boliviano debe iniciar un juicio en contra de la empresa Bolivian Railway por uso de las aguas del Silala, tras la anulación del contrato el año 1997. Este contrato de concesión fue firmado el 23 de septiembre 1908 y anulado junio del 97.

“Los gobiernos desde el 97 a la fecha, que han pasado varios, no han iniciado ese proceso, por tanto, este Gobierno se puede salvar de un juicio de responsabilidades si es que inicia un juicio a la Bolivian Railway; si es que el parlamento inicia un juicio de responsabilidades a las autoridades que han manejado el tema de la demanda chilena por las aguas del Silala. De esta manera, tendríamos una seguridad para que no suframos un segundo revés en la corte de La Haya”.

Lérida sostiene que de no procederse de esta forma, es muy probable que Chile obtenga el uso de la mitad de las aguas del Silala de forma gratuita y a perpetuidad.

Sobre los tiempos para realizar estas modificaciones en la estrategia boliviana, el investigador sostiene que todo depende de la voluntad política y patriótica de los gobernantes, pues se ha visto que cuando se tiene interés se pueden acelerar tiempos de procesos, como ocurre en la actualidad.

“Todo depende de la voluntad, estamos viendo que el Gobierno actúa muy rápido, por ejemplo en las persecuciones políticas, los procesos los hacen en dos, tres días. Si existe voluntad patriótica de parte del Gobierno ellos tendrían que convocar y trabajar 24/7”, sostuvo.

Antes de finalizar, Lérida señaló que Bolivia está muy cerca de recibir un segundo revés en la corte de La Haya, por la decisión que se pueda tomar sobre las aguas del Silala, pero existe la forma de revertir este futuro sombrío.

Todos los planteamientos y sugerencias, además de otros datos históricos complementarios expresados por el investigador, están plasmados en el libro “Alegato en La Haya sobre las Aguas del Silala” de venta en librerías de todo el país.

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