Focos de inseguridad
A pesar de las restricciones sanitarias a causa del coronavirus, el funcionamiento de bares y discotecas, en la ciudad de El Alto ponen en riesgo la salud de la población, a falta de un control de las autoridades municipales.
Un descontrol total por parte de las autoridades municipales, a estos negocios que han proliferado, es la preocupación de la población, porque se han convertido en focos de inseguridad, además del incumplimiento de las normas de bioseguridad, han hecho que se conviertan en lugares de contagio masivo del coronavirus.
De acuerdo con la denuncia de las zonas donde han proliferado estos negocios clandestinos, muchas de las calles de la zona 12 de Octubre, Villa Dolores y aledaños se encuentran con masiva presencia de parroquianos que aproximadamente a partir de las 18.00 horas ya esperan la apertura de estos negocios, para quedarse toda la noche, hasta el día siguiente.
A pesar de los esporádicos intentos por parte de la Policía de realizar un control estricto, muchas de estas intenciones solo quedan en eso, porque la continuidad y la proliferación de estas actividades clandestinas han dado lugar a los riesgos inminente de que los vecinos de estos barrios y aquellas personas que circunstancialmente circulan por estas calles corran el peligro de ser atracados por delincuentes.
El consumo de bebidas alcohólicas en estos bares y discotecas es alarmante, cuando en grandes cantidades, los propietarios de estos negocios, venden licores que no tienen autorización para su consumo por ser ilegales.
Con el objetivo de no ser descubiertos, los dueños de estos bares ilegales optan por cerrar sus puertas, para que de esta forma los pocos controles por no puedan tener la oportunidad de descubrir estos negocios clandestinos, que hacen mucho daño a la ciudadanía, porque por el estado de ebriedad de sus parroquianos generan mucho peligro.
Algunas clausuras a estos negocios, por parte de la Intendencia Municipal, no fue suficiente, porque a pocas horas de haber sido cerrados, los dueños de estos negocios se dan modos para reabrir los mismos, burlando las disposiciones.
Por otro lado, de un tiempo a esta parte los guardias de seguridad ciudadana, así como el personal de la Intendencia Municipal, han desaparecido, actitud que es aprovechada por estos negocios para continuar con sus actividades ilegales y clandestinas.
Producto de estas proliferaciones, muchos asaltos, robos a domicilios y hasta levantamiento de cuerpos sin vida se ha visto, pero las autoridades municipales han dejado su trabajo a la suerte de la población.