Cobija, Guayaramerín y Riberalta, municipios fronterizos con Brasil, enfrentan la oleada de casos positivos de Covid-19 y una posible circulación de la variante brasileña que ha ocasionado un colapso en la atención, sin especialistas y con muy pocas camas de terapia intensiva. Autoridades de salud sostienen que el avance de la enfermedad es más rápido en jóvenes y niños.
Según publicación de El Deber, las poblaciones en las fronteras de Beni y Pando están sufriendo el embate de la segunda ola del coronavirus, pero esta vez el golpe ha sido más fuerte por la posible circulación de la variante brasileña que ha ocasionado un colapso en la atención.
En Beni, “desde el inicio de la segunda ola ya había un comportamiento clínico distinto de los pacientes a lo observado el año pasado”, señaló Erick Vallejos, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Beni.
En aquella ocasión, el municipio más golpeado fue Trinidad y la clínica de los pacientes era tal cual ahora se está viendo en Santa Cruz y Pando, es decir, un avance de la enfermedad más rápido y, principalmente, en jóvenes, además de niños. Pero la atención hoy está enfocada en Riberalta y Guayaramerín, donde han tenido promedios diarios de 70 casos y se han incrementado los decesos.
Al respecto, el médico internista Yustin Rojas, que trabaja en el hospital público de Riberalta y, ante la falta de especialistas, también atiende pacientes en la Caja Nacional en esa ciudad, contó que la enfermedad se está presentando en pacientes jóvenes.
Relató que, por ejemplo, se internó a un joven de 20 años, sin enfermedades de base, cuyos síntomas empeoraron en menos de 72 horas y fue directamente intubado. “Hay 12 pacientes en el hospital Riberalta con distintas variantes. Nos preocupa la cepa de Manaos, porque afecta muy abruptamente a los pacientes, no hacen la clínica que está en la literatura del Covid-19. El cuadro desencadena muy rápido. Llegan con bastante compromiso pulmonar, sobre todo los jóvenes”, dijo el galeno.
Rojas lamentó que no existan disponibles los recursos para la atención de la población de este municipio, que asciende a poco más de 100.000 habitantes, pero que, además, reciben pacientes de Guayaramerín, ya que, en esa localidad, los recursos son aún más limitados. Sobre este punto, Vallejos indicó que recientemente se hizo una evaluación de ambas ciudades; en Riberalta se cuenta con nueve respiradores y en Guayaramerín hay ocho que no estaban en funcionamiento por falta de especialistas.
Por otro lado, el Ministerio de Salud se ha comprometido a habilitar el doble de camas de terapias intensivas en Riberalta y de enviar personal especialista a Guayaramerín para abrir las terapias” indicó Vallejos. Walter Méndez, presidente del Colegio Médico de Riberalta contó que si bien no hay la confirmación oficial en Bolivia, profesionales de confianza que están atendiendo a los pacientes, han comentado que la sintomatología es similar a la que se presenta en la variante brasileña”.
Las estrategias que se están tomando en cuenta son las de vacunar cuanto antes a la población fronteriza para la contención. Esto comenzó el sábado y continuó el domingo”, dijo Méndez, quien además es director del centro de salud La Unidad Fauvel donde, hasta el viernes, se detectaron 40 nuevos casos.
Méndez dijo que en Riberalta no existe ningún centro de salud donde el paciente positivo esté aislado. “Solo se hace el domiciliario y el personal tiene que hacer el seguimiento a diario, lo que resta la cantidad de personal para atención en los centros”.
Vallejos informó el Gobierno central envió 60.000 dosis AstraZeneca del mecanismo Covax. En Pando “estamos preocupados. Desde la semana 10 tuvimos un ascenso con 96 casos, la semana 11 con 133 casos positivos, la semana 12 cerramos con 269. Hemos triplicado los casos”, contó Dany Mendoza, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Pando.
En Cobija existen solo 15 camas de terapia intensiva y cuatro centros de salud para recibir a los pacientes de todo el departamento. Mendoza informó que el principal centro Covid-19 que es el hospital de tercer nivel Hernán Messuti está casi al tope de su capacidad (90%) tanto en la sala de terapia, que cuenta con siete respiradores, como la de internación.
“También tenemos el hospital Perla del Acre, el hospital Roberto Galindo que están a una capacidad del 30% y los domos de la Caja Nacional (ocho camas de terapia) al 40%, pero nuestro principal centro está casi en su máxima capacidad”, dijo el director del Sedes.
El galeno también cree que la presentada podría ser la variante brasileña, ya que hay un incremento rápido de casos y los rangos de edades de los pacientes está entre los 20 y 40 años. “En cuanto a la mortalidad se mantiene, es decir, en mayores de 60 años”.
El especialista informó que ocho muestras para que se realice la tipificación se han enviado a Brasil y similar cantidad a Argentina. “Estamos esperando. De aquí a tres días vamos a tener la tipificación de estos pacientes. Ahí podremos decir si tenemos o no la variante en nuestro medio”.