Psicología
Por Edith Sánchez
Reconciliarte con un ser querido es importante, e incluso necesario, precisamente por las dos últimas palabras de esa frase: es un ser querido. Si quieres a alguien, significa que esa persona tiene un lugar importante en tu vida. Un disgusto implica que ese lugar está ahora alterado, pero no ha desaparecido, y qué mejor fecha para hacerlo que Semana Santa, que es el tiempo de la reconciliación.
Mantener un conflicto por mucho tiempo llega a ser agobiante. Incluso si no tienes que abordar ese problema todos los días, de todos modos, está ahí como una inquietud latente que te provoca algún grado de malestar. De ahí que sea tan importante reconciliarte con un ser querido.
Hay varios factores que pueden hacer difícil esa reconciliación. A veces es el orgullo, otras veces la sensación de haber sido tratados de forma injusta o el dolor que ha quedado tras una discusión fuerte. En fin, los motivos son muchos. Por eso, algunas veces no sabes por dónde empezar. Entonces, ¿cómo reconciliarte con un ser querido? Es posible que las siguientes pautas consigan ayudarte.
Identifica y comprende tus sentimientos
Para reconciliarte con un ser querido es muy importante que te hagas consciente de tus verdaderos sentimientos. Lo primero es identificar las emociones asociadas a la situación que dio origen a la discusión o al distanciamiento. ¿Hay ira o dolor? ¿Por qué? Trata de precisar todo esto de la forma más exacta posible.
Todavía debes identificar los sentimientos globales que tienes frente a esa persona querida. ¿Por qué sientes afecto por esa persona? ¿Qué valoras de ella? ¿Por qué es valioso el vínculo que los une? Al responder todas estas preguntas obtienes un panorama de tu disposición emocional frente a ese ser querido. Esto ayuda a aclarar el camino a seguir.
¿De verdad estás buscando la reconciliación?
Para reconciliarte con un ser querido es necesario que seas honesto contigo mismo. ¿De verdad quieres reconciliarte o solo quieres eliminar el peso de la culpa? ¿En verdad valoras la relación que tienes con esa persona o solo te hace falta por fines prácticos?
Para que puedas reconciliarte con esa persona con la que tienes un conflicto es muy importante que en verdad quieras hacerlo. Si no lo deseas plenamente, pregúntate qué te lo impide. Recuerda que no se trata tan solo de reiniciar el vínculo, sino de sanar las heridas e incluso de evolucionar en esa relación.
El difícil camino del perdón
El perdón es un proceso complejo. Implica al menos cuatro aspectos: elaborar el dolor que ha dejado una situación de conflicto; comprender lo sucedido, tanto desde el punto de vista propio, como desde el punto de vista ajeno; reconstruir el sentido de la relación y superar el rencor.
Como ves, no es nada fácil. Cuando las ofensas no han sido tan graves, es posible que todo esto se logre sin mayores tropiezos o dificultades. En cambio, si el motivo del conflicto fue algo más serio, quizás te tome un tiempo desarrollar este proceso. Lo ideal es que antes de buscar la reconciliación, tengas claro que estás dispuesto a perdonarte y a perdonar.
Respetar los tiempos y buscar el momento
¿Quién debe tomar la iniciativa de la reconciliación? En el fondo, nadie tiene la obligación de hacerlo. Una reconciliación es un acto de voluntad que no tiene por qué darse. Ahora, si eres tú quien decide acercar posturas, recuerda que es tu decisión, que el otro no está obligado a seguirte. Puedes anticipar una reciprocidad, pero está La franqueza y el afecto
La mejor manera de reconciliarte con un ser querido es buscando aproximaciones con esa persona y siendo empático con ella. A medida que te acercas vas a notar si en esa persona también hay un ánimo de reconciliación o no.
A veces también es necesario plantear abiertamente un encuentro para hablar. Ocúpate de compartir tus sentimientos y reflexiones, pero elige referirte solo a lo que te compete. No aventures interpretaciones sobre los demás. Habla de lo que te dolió o te molestó y de las razones por las que esa persona es importante en tu vida y quieres volver a estar cerca de ella.
Debes escuchar intentando dejar a un lado las ideas preconcebidas y respetar lo que el otro tenga para decir. Si surge alguna desavenencia, lo mejor es callar y analizarlo después. Es posible que reconciliarte con un ser querido te lleve más de un encuentro, que nos sea una tarea sencilla; en última instancia eres tú quien tiene que decidir si merece la pena.
Por otro lado, si sientes que has logrado comprender las cosas y que también has conseguido decantar tus emociones, lo más probable es que ya estés listo para reconciliarte con un ser querido.