Era tecnológica y educación

Esta era de grandes avances tecnológicos está causando profundos cambios en las sociedades del mundo, a su vez, ha traído grandes sorpresas y preocupaciones a la humanidad. La revolución tecnológica llamada “cuarta revolución industrial”, como lo expresé en notas anteriores, está causando trascendentales cambios en el mundo; hoy los conocimientos y la información han rebasado todos los cálculos humanos; y se determinó que diariamente se producen muchos conocimientos científico tecnológicos y descubrimientos en el mundo.

Todo eso obliga a un cambio profundo en el sistema educativo para la formación de nuevas generaciones en el campo tecnológico. La educación es fundamental para poder estar a la altura de los nuevos acontecimientos en avances tecnológicos y así poder alcanzar las competencias necesarias para enfrentar la era tecnológica.

Por todo ello, Bolivia está obligada a ingresar a la nueva era tecnológica en educación, implementando, para ello, plataformas virtuales y centros de capacitación tecnológica para la formación de nuevos contingentes de creadores de conocimientos para el emprendimiento de las nuevas tecnologías en 3D y 4D, tal como lo están haciendo otros países. Con todo ello, también cambiarán los sistemas productivos y servicios de las empresas. En adelante, el país que se quede atrasado en cuanto a estos conocimientos tecnológicos, tendrá que afrontar grandes dificultades sociales y económicas.

En los últimos tiempos se ha conocido que el gobierno, a través del Ministerio de Educación, pretende implementar plataformas virtuales para la educación, pero los sectores rurales y provinciales confrontan muchas deficiencias en este campo, a diferencia del sector urbano con mayores facilidades para acceso; esto implica que el gobierno nacional debe emprender una reestructuración o “reingeniería” de la educación, ejecutando una nueva Reforma Educativa para cambiar el sistema anacrónico de la educación actual, que viene desde el siglo pasado, con una nueva currícula para todo el sistema educativo del país, abarcando hasta el nivel superior universitario. Para ello, deberá implementar centros de entrenamiento tecnológico digital y plataformas virtuales.

La Revolución del Siglo XXI implica la producción y desarrollo de nuevas tecnologías para afrontar un desafío: la preparación de un contingente de recursos humanos con las nuevas competencias. Para ello, el gobierno nacional deberá becar a sus mejores estudiantes, a fin de que vayan a las mejores universidades y laboratorios de investigación y entrenamiento existentes en el mundo, como lo hacen otros países. Y también se debe permitir la libre circulación de cerebros con el fin de atraer al país talentos y mentes creadoras y así aprovechar las ventajas de sus conocimientos.

Por último, nuestras universidades y empresas nacionales deben tomar iniciativas para invertir en la investigación y promoción de centros tecnológicos de creación de nuevos modelos de producción, promoviendo la formación de diseñadores y creadores de nuevos productos; pero, para todo ello, es imperativo reestructurar la educación y la matriz productiva del país, con miras a la producción y exportación de nuevos productos, en lugar de los ya tradicionales de índole extractiva.