La digitalización del dinero

Las monedas digitales emitidas por bancos centrales que en inglés se llaman “Central Bank Digital Currency”(su acrónimo CBDC) son parte de la digitalización del dinero fiduciario, parte de la evolución que va desde el intercambio, trueque de objetos de valor subjetivo, la aparición de monedas y dinero, el dinero electrónico respaldado en efectivo o depósitos, para terminar en divisas digitales con tecnología blockchain. Estos son avances debidos al internet y la conectividad que pueden tener los usuarios en cada país. Así dadas las condiciones objetivas, las personas van abandonando el dinero físico en efectivo y nos dirigimos hacia la digitalización del dinero.

La aparición espontánea del Bitcóin como moneda digital privada y descentralizada, con una emisión previamente establecida de máximo 21 millones de monedas, a diferencia de las monedas fiat inflacionarias que pueden ser emitidas sin ningún control, ha demostrado que en la escasez reside un valor muy importante del Bitcóin que sigue aumentando de precio, mientras el dólar estadounidense se deprecia imparablemente. Bitcóin sería el producto financiero más exitoso de la historia, en palabras del abogado y analista de mercados Carlos Maslatón. Con la llegada de los criptoactivos estamos viviendo un renacimiento en la cultura e historia de la humanidad, nada es igual antes y después de la aparición de la tecnología blockchain.

Los gobernantes de buen olfato político entienden la potencialidad de esta marcha insuperable y encaminan la política monetaria guiada por la tecnología, porque los votantes usan, compran, venden, almacenan y custodian el producto financiero más exitoso de la historia. Ante semejante ola lo único que queda es subirse y ser atractivos a los criptoactivos. Las sociedades serán más prosperas mientras más cantidades tengan de este producto fruto del esfuerzo criptográfico de poderosos ordenadores que descifran algoritmos matemáticos, así se desata una guerra por minar monedas digitales entre los países, la “guerra de hashes”. Los países emergentes pueden llegar a superar a los ricos con la condición de liberar el uso de las monedas, eliminar el monopolio y nacionalización de la emisión de dinero en el territorio, dejar hacer y pasar en el intercambio, esta condición trae riqueza por defecto.

Bitcóin no es el único producto en el mercado duro y puro de criptomonedas, está acompañado de otros proyectos, tal vez superiores en algunas características, que buscan la elección del usuario en una competencia sin tregua ni descanso por la usabilidad, por ejemplo, tenemos a Ethereum, Polkadot, Chainlink yTheta con gran potencia y posibilidades de cambiar el mundo, cambiándonos a nosotros mismos. El ecosistema digital también acepta monedas estables e inflacionarias con la paridad al dólar norteamericano, como Tether, DAI, Usd Coin, etc. Por otro lado, también están las finanzas descentralizadas (DeFi), donde uno puede obtener rendimientos que ningún banco ofrece. Asimismo, los artistas, músicos, deportistas y actores están ganando mucho dinero con las tokens no fungibles (NFT), realizando transacciones virtuales y vendiendo sus obras como si fueran activos con certificados de autenticidad, aprovechando la exclusividad que aumenta el precio, todo esto es capitalismo en el mejor sentido del fenómeno.

Pero los gobernantes no quieren libertad y descentralización para las masas, los bancos centrales buscan tener el dinero totalmente bajo control del emisor. Los CBDC están destinados para ese fin, las monedas digitales centralizadas y los impuestos sobre operaciones con criptoactivos son una demostración del último arsenal que tienen los Estados para dominar la acción humana de millones de personas que se han dado cuenta que pueden ser libres teniendo la banca digital en su propio bolsillo, administrando su billetera y sus finanzas sin necesidad de intermediarios, es el renacimiento de la humanidad frente a la oscuridad del estatismo.