Publicidad

    



[Ignacio Vera]

La espada en la palabra

Dos males del mismo nivel


Junto con el filósofo Karl Popper y el político Winston Churchill, creo firmemente, y cada vez más, que la democracia es un sistema falible, imperfecto y proclive a la degeneración, y que en esa circunstancia falible e imperfecta los ciudadanos, mediante elecciones libres, deben elegir las cosas o personas menos malas. Sin embargo, las dos opciones que los paceños tienen para la segunda vuelta del 11 de abril son sencillamente tan malas que he decidido no dar mi voto legitimador a ninguna. El que haya tan malos candidatos es prueba no solamente de las limitaciones innatas de la democracia, sino de muchas otras cosas más que andan mal, tales como el sistema de representación boliviano o, si vemos más en profundidad, la educación y la mentalidad colectiva del país.

Hay muchas personas (sobre todo de los partidos de oposición) que están haciendo intensa campaña por el voto contrario al MAS, o sea, por el hijo del Mallku. Esto, lejos de fortalecer el sistema democrático —cosa que ellos creen que hacen—, no hace sino enceguecer a la ciudadanía y, mal de males, quitarle el poco sentido crítico que tiene. ¿Creen, pues, los que inducen a que votemos por todo lo que no sea el MAS, que el hijo del Mallku será menos malo que el candidato Flores? Yo tengo mis serias dudas, hasta el punto de pensar incluso que puede ser mucho peor. Que ambos contendientes son carentes de formación politológica, jurídica, económica y en gestión pública, ya lo saben casi todos. De lo que pocos se están dando cuenta es que el candidato por la agrupación Jallalla es, además, un racista declarado a los cuatro vientos y una persona con profundos complejos históricos de clase. Lo prueba el hecho de que en su campaña esté llevando tan seriamente su iniciativa de crear una universidad solamente para estudiantes de raza aimara. Elegirlo, entonces, sería legitimar a una persona que, creo yo, no representa la modernidad, ni la tolerancia ni la democracia.

Flores, por otra parte, aunque con una cierta experiencia política por detrás y un discurso no tan radical, encarnara el autoritarismo, el poder ilimitado del MAS, el clientelismo y la corrupción. En suma: todo lo que no necesita Bolivia. Entonces, me pregunto ¿por qué votar por alguno de los dos males que están en el mismo nivel de lo nefasto? ¿Valdría la pena elegir a Quispe por el mero afán obcecado de frenar al MAS, siendo que aquél puede ser peor y más autoritario? Carlos Mesa, de CC, dijo que deberíamos hacerlo, lanzando así un gesto de protesta contra el autoritarismo MAS. Yo, en cambio, votando nulo, daré un gesto de protesta contra esta elección que es mucho menos que mediocre y mucho más que una pantomima.

Creo que vamos a asistir a elecciones falsas. Una apariencia de democracia. Una falacia. Pues dado que el hecho del sufragio no es, como los ingenuos creen, la democracia en sí y todo cuanto ésta significa, sino que hay muchos otros factores que tienen que ver con ella (transparencia y libertad en las elecciones, libertades ciudadanas, educación, ética, etc.), que el Estado obligue a votar por dos personas de tan bajo nivel de preparación y de ética no puede ser más que un proceso fallido desde el punto de vista de la legitimidad histórica de una contienda. Si en democracia entre las cosas malas debe uno escoger la menos mala, entre dos opciones nefastas la consciencia obliga a no votar por ninguna.

Esto nos lleva a reflexionar sobre la pertinencia de la obligatoriedad del voto en Bolivia. Obviamente, es un debate más delicado y que debe ser analizado más en profundidad. Suprimir la obligatoriedad del sufragio podría suponer problemas de gobernabilidad y legitimidad. Pero, haciendo las sumas y restas, creo que haría más bien que mal.

Ignacio Vera de Rada es profesor universitario.

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (887 Kb)      |      



Caricatura


Sociales

Koica participa en actividad de reforestación en Incachaca

Hueneu Choi (Coordinadora KOICA), Sikhyon Kim (Director de KOICA), Adolfo León (Director de FONABOSQUE), Gonzalo Bladimir Iraizos (Interventor de EPSAS) e Iris Castillo (Coordinadora KOICA).


Publicidad