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Intentan limpiar el desastre

Uru Uru tiene más plástico que agua



El influencer francés Alexis Dessard camina sobre restos de plástico en el contaminado lago Uru Uru de Bolivia. Entretanto, voluntarios ayudan a limpiar.
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El lago Uru Uru de Bolivia tiene más plástico que agua. Una extensión de botellas descartadas, contenedores, juguetes y neumáticos que continúan hacia el horizonte, y una imagen distópica que refleja años de contaminación humana y las heridas del cambio climático.

El lago ubicado en las alturas del departamento de Oruro, en el oeste de Bolivia, sufrió una grave sequía en el 2016 que redujo de forma dramática su nivel, mientras que los ríos que fluyen hacia él han depositado en sus aguas montañas de residuos plásticos durante años.

Voluntarios locales, trabajadores y hasta un ‘influencer’ francés están intentando limpiar el desastre. El miércoles, cientos de personas recolectaron basura de la superficie del lago, aguas también han sido contaminadas por actividades industriales y minería.

“Nos encontramos en este momento en un basural, que hemos causado nosotros ya que somos los destructores del planeta”, dijo a Reuters Magalí Huarachi, una voluntaria de 28 años, parada entre botellas de plástico en una parte del lago que se ha secado.

“Así que yo me encuentro ahora en un lago, pero de plástico”, agregó.

Los lagos altiplánicos de Bolivia son importantes sitios protegidos bajo la internacional Convención Ramsar para conservar humedales, especialmente aquellos que proveen un hábitat a pájaros.

El icónico lago Titicaca también está luchando con la contaminación y la expansión de ciudades cerca de sus orillas. En tanto, el Lago Poopó, antiguamente el segundo más grande después del Titicaca, se secó de manera completa en el 2015.

Limbert Sánchez, del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), dijo que los niveles de agua del Uru Uru se han reducido a cerca de entre el 25 % y 30 % de su capacidad total, y que el lago ha sido afectado duramente por contaminación urbana y de la minería.

Alex Dessard, un ‘influencer’ en redes sociales francés que ayudó a limpiar el conocido ‘cementerio de trenes’ en los salares de Uyuni, era uno de los tantos que removían neumáticos y plástico de aguas oscurecidas del Uru Uru el miércoles.

“Es una pena que tanta basura haya llegado aquí porque se acumuló en muchos años, como diez años. Ahora hay que pensar en el futuro. Limpiemos y luego nos concientizamos para que no tengamos que limpiar otra vez”, dijo Dessard.

En tanto, a medida que camiones se llevaban las montañas de basura recolectadas del lago, la voluntaria Huarachi expresó una señal de optimismo.

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