Jair Bolsonaro, presidente constitucional de Brasil por gracia y confección de la confusa política brasileña desde la época de la presidente Dilma Rousseff, sucesora de Luiz Inácio Lula da Silva, ambos del Partido de los Trabajadores de filiación izquierdista, allegado al chavismo venezolano y, de carambola y un saque, también y sobre todo a los esperpénticos izquierdismos de Argentina, Bolivia, Cuba y Nicaragua, y a los latentes de Chile, Ecuador, España, Colombia, México, Paraguay y Uruguay. Y por estas latencias de vieja data es que muchos creímos que el militar Jair Bolsonaro, como presidente derechista electo del país más grande de Latinoamérica, iba a ser el factor determinante de que el rancio, oportunista y corrupto socialismo del Siglo XXI latinoamericano empezase a debilitarse como se merece el continente y desde luego el sentido común. Pero soñar nada cuesta.
Si la nefasta pandemia ha provocado y comprobado algo es la increíble ineptidud de Jair Bolsonaro para lidiar con ella. Emulando a D. Trump, la negó desde un comienzo incluso a la luz de miles de muertos en Manaus, ciudad de dos millones cien mil habitantes, y quejas y hasta súplicas de autoridades locales de prácticamente todos los estados desde Río Grande del Sur hasta Roraima y Amapá, y desde Paraíba al Acre. Brasil está viviendo el peor brote del Covid-19 del mundo y éste, y sus mutaciones, se contagian en forma más que alarmante. Solo el miércoles 31 de marzo se registraron 3.869 muertes o nada menos que casi la tercera parte de los muertos por Covid del mundo. Y lo peor es que la situación no muestra “luz en el túnel” lo que no solamente es increíble sino enardecedor porque está contagiando a todos los demás países de Suramérica. Como dice el WP editorialmente: “Gracias a la sorprendente incompetencia del presidente Jair Bolsonaro, solo el 2% de los brasileños han recibido las dos dosis de vacuna, y las medidas de aislamiento necesarias para detener el contagio, sobre todo de la cepa brasileña, simplemente no existen”.
Bolsonaro recientemente despidió al ministro de defensa, Fernando Azevedo e Silva, con el que llegó a tener una relación cada vez más distante en parte porque Bolsonaro hace un mes se refirió a la oficialía de las FFAA como “mis militares...” lo que molestó a más de uno que reaccionaron... lo que resultó en el despido de los comandantes del ejército, la marina y la fuerza aérea. Lo que Bolsonaro no está viendo es que su indiferencia para con la pandemia está llenando la medida no solamente a militares, sino que también a congresistas nacionales que se han dado cuenta de que ha llegado el momento de preparar un juicio político expedito... que se rumorea tendría la traza de un golpe de estado. Notándolo, Bolsonaro nombra a su ex jefe de gabinete en reemplazo de Azevedo e Silva, y a un oficial de policía amigo de su familia como ministro de justicia.
Esto motiva a cinco candidatos a la presidencia del Brasil a lanzar un comunicado conjunto diciendo que “la democracia de Brasil está amenazada...” lo que hace que Bolsonaro procure rodearse del mayor número posible de hombres de armas que lo apoyen en caso de que, si pierde el voto popular en las elecciones del año que viene, imitando a Trump, declare nulos los resultados y provoque un desbarajuste de poderes que seguramente resultaría en una gran oportunidad política nada menos que para Luis Inácio Lula da Silva... en elecciones que habría que convocar.
Jorge V. Ordenes-Lavadenz, Ph.D. Miembro de número de la Academia Boliviana de la Lengua.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |