Pasta térmica

Cualquier ordenador de sobremesa o portátil actual hace uso de la pasta térmica, que, aunque nunca la hayamos visto, se esconde tras el disipador de la CPU. Lo mismo ocurre con la tarjeta gráfica, donde la GPU (Graphics Processor Unit) es similar a la CPU, pero en la tarjeta gráfica.

El ordenador trabaja gracias a la unión de varios componentes eléctricos que generan muchísima energía dentro de la carcasa de éste. Esta energía, utilizando principios científicos básicos, se convierte en calor. ¿Para qué sirve la pasta térmica? Es una masilla que puede presentarse en múltiples formatos, siendo el más común una especie de líquido muy denso y espeso. Su principal función es servir como conductor de calor y auxiliar en su disipación, su objetivo es actuar como elemento físico intermediario entre el procesador y el disipador, para que el calor generado por el primero pueda moverse a lo largo de la pasta y llegar al segundo que, a través de sus ventiladores, lo enviará al exterior.

Normalmente, los procesadores ya vienen con una pasta disipadora térmica aplicada de fábrica. Sin embargo, después de algún tiempo de uso del ordenador, la pasta invariablemente necesita ser cambiada, pues queda dura, seca y, cuando llega a ese punto, ya no sirve más para lo que fue proyectada. Si una pasta está en buen estado, proporcionará una buena conductividad térmica entre procesador y disipador, haciendo que el calor se mueva correctamente al segundo.

Respecto al tiempo de reemplazo de la pasta térmica, todo dependerá de la calidad de la misma, de la temperatura ambiente, del tiempo de funcionamiento del ordenador, del porcentaje de utilización de la CPU.

En muchas ocasiones es ignorado el trabajo importante que realiza una pasta térmica. Si ésta no existiera entre el chip y el disipador, la eficiencia de conductividad no sería la misma. Por lo que el procesador trabajaría con temperaturas mucho más altas a las recomendadas y produciría, en un mediano o corto plazo, un mal funcionamiento del mismo.

Los ordenadores son estufas de calor producido por sus chips, y ese calor hay que sacarlo de alguna forma. Para ello son de gran ayuda los disipadores que, junto con los ventiladores, extraen el aire caliente hacia el exterior del Ordenador.

Genoveva Miranda Rojas, Licenciada en Informática.

Beba_geno2@hotmail.com