Ecuador: de la Correa al Lasso

La inobjetable victoria de Guillermo Lasso a la presidencia del Ecuador, simultáneamente coincidente con la derrota sufrida por el MAS en Bolivia en las elecciones de una segunda vuelta, para elegir a los gobernadores de La Paz, Chuquisaca, Pando y Tarija, revela la inevitable decadencia del mal llamado Socialismo del Siglo XXI, esa utópica doctrina introducida en el continente por el Foro de Sao Paulo, y de los regímenes que abrigaron esa entelequia por más de dos décadas de discrecionalidad, corrupción y autoritarismo.

Es necesario señalar que esa estrepitosa caída ya se avizoraba desde hace meses, por los problemas internos de Cuba, donde, al parecer, el próximo Congreso del partido comunista, a realizarse en breve, ya tiene agendada la salida del provecto Raúl Castro y de toda esa camarilla que significó aislacionismo, confrontación, hambre y retraso, durante más de 60 años, además de ser los fautores de la insufrible realidad que vive Venezuela; la sui generis situación de Nicaragua; los problemas económicos y políticos de la Argentina; la incoherencia por la que se debate el gobierno de México, y así por delante, de todos los países que han abrazado está utópica teoría editada por el mal logrado Fidel.

Aplicando esa antiquísima sentencia popular que reza: “Muerto el perro, muerta la rabia y las pulgas”, creemos que después del fin de la era castrista en La Habana; valuaremos la victoria electoral ecuatoriana; los futuros cambios que puedan darse en el Perú y Bolivia, vislumbrando un futuro promisor para nuestros pueblos, si es que las nuevas autoridades electas así lo asumen y comprenden.

Parte de la caótica situación por la que atraviesan los países y gobiernos de la región, es el fruto de la crisis sanitaria que trajo consigo la peste china, y su irresponsable manejo, empero, ello no debe distraernos, ni hacernos olvidar la enorme corrupción cometida en el manejo de los recursos generados por nuestras materias primas, durante dos décadas de extraordinaria bonanza, inmensas cantidades de dinero que fueron a parar a esos países gobernados por regímenes “progresistas y parasitarios de izquierda”.

Pese a la derrota infringida, será muy difícil deshacerse de quienes hicieron de este tipo de política un modus operandi apetecible. Una muestra es la curiosa situación por la que atraviesa el Perú, se da con Pedro Castillo, un oscuro profesor de primaria, que saltó de un séptimo puesto que le daban las encuestas, imponiéndose en la última elección presidencial con un escaso 19%, debiendo ahora competir en una segunda vuelta con Keiko Fujimori, que apenas obtuvo un 13% de la preferencia electoral.

Por declaraciones de prensa de último momento, nos hemos enterado de que Evo Morales felicitó este lunes la victoria del candidato izquierdista Pedro Castillo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, afirmando que éste ganó “con su propuesta”, acotando que ya ha tenido contacto con el profesor de 51 años, “Yo hablé una vez por teléfono”, dijo el exmandatario en un evento público en la región cocalera del Chapare, su bastión político en el centro del país. Dios guarde a los peruanos de este influjo y los pesque confesados, deseándoles que, como en el Ecuador, pasen de la Correa al Lasso.