INTELIGENCIA EMOCIONAL
RECORDEMOS QUE...
La inteligencia emocional es la habilidad humana para identificar, expresar, comprender, gestionar y transformar las propias emociones y las de otras personas. Este tipo de capacidad intelectual se puede desarrollar y potenciar a lo largo de toda la vida.
ESTABLECER RELACIONES
14. Desarrollar a los demás
Desarrollar significa volverse gradualmente más lleno, más grande o mejor. Eso puede aplicarse a cualquier cosa, sea una persona, productos, servicios o actitudes. Como la vida es un proceso, todos estamos involucrados en el proceso del desarrollo físico, mental y espiritual.
Daniel Goleman define la dimensión de la Inteligencia Emocional que llama “Ayudar a los demás a desarrollarse”, como la aptitud de: “Percibir las necesidades de desarrollo de los demás y fomentar su capacidad”.
Las personas dotadas de esta aptitud:
* Reconocen y recompensan las virtudes, los logros y el progreso de los demás.
* Ofrecen críticas constructivas e identifican los puntos que el otro debe mejorar.
* Asesoran, brindan consejos oportunos y asignan tareas que fortalezcan y alienten las habilidades del otro.
Algunas características sobre el arte de “Ayudar a los demás a desarrollarse” son:
* Se practica de persona a persona; el núcleo de la instrucción y el perfeccionamiento es el acto de aconsejar.
* La efectividad de estos consejos gira sobre la empatía y la capacidad de centrar la atención sobre los sentimientos propios para compartirlos. Los sentimientos son contagiosos, por tanto, se pueden transmitir.
* Un buen instructor o mentor, que ayuda a los suyos a desempeñarse mejor.
* Los mentores más destacados muestran un sincero interés personal por aquellos a quienes orientan, y demuestran empatía y comprensión hacia los demás.
* Una manera de fomentar las expectativas positivas es dejar que otros tomen la iniciativa y fijen sus propios objetivos.
* Se debe alentar a la gente a desempeñarse mejor a través de señalar los problemas sin ofrecerles solución; esto implica que el otro desarrolle iniciativas para hallar la solución por sí solo. Los preceptores sobresalientes utilizan esta estrategia, inician algo equivalente a un diálogo socrático; guiando a la persona por una serie de preguntas.
Las siguientes actitudes son necesarias cuando aplicamos el principio del desarrollo de las personas:
Desear desarrollar nuestro propio potencial primero. Con frecuencia cometemos el error de querer cambiar a otros antes que a nosotros mismos.
Crear una cultura, un ambiente en el cual ocurran las cosas. Es el resultado final de toda nuestra influencia y de la enseñanza que damos a la gente.
Desarrollar a nuestros hijos, empleados y nuestra sociedad dentro de un marco de valores. Debemos prepararnos y preparar a los demás para un mejor futuro; es decir, para tener un mejor futuro y ser mejores para ese futuro.
Hay dos ideas, que son de gran importancia, a la hora de considerar el trabajo de desarrollar a los demás:
El ambiente en que nació
Las cosas o situaciones con las que lidiamos o en las que nos desenvolvemos, nos enseñaron, moldearon y tienen mucho que ver con la actitud que manifestamos ante la vida. ¿Por qué?, porque somos como una materia prima que puede ser formada y moldeada. Aquí cabe resaltar que los primeros ocho años de nuestras vidas pueden determinar mucho de nuestro futuro y nuestra actitud para enfrentarla.
Al tratarse de personas ajenas a nuestro círculo más inmediato, como nuestros hijos, este factor no depende de nosotros y es muy difícil hacer algún eco o trascendencia en el mismo. Pero existen aportes que pueden ayudar a mejorarlo desde diferentes enfoques y puntos de vista de cada área de conocimiento o agente social.
El ambiente que escogemos para nosotros cuando somos adultos
Este ambiente tiene una gran importancia, porque somos responsables por nuestras decisiones. Si nuestro entorno durante la niñez fue bueno, nos apoyará en el desarrollo actual. Pero si fue un ambiente negativo y distorsionado que produjo malos hábitos, tenemos la oportunidad de aceptar o crear un nuevo entorno. De adultos, debemos seleccionar o crear el ambiente que deseamos. De esta manera vamos creando la persona que queremos ser. Siempre hay que recordar el poder que tenemos para crearnos y recrearnos. Es como volver a nacer, empezamos otra vez y tenemos por delante toda una vida nueva. El nuevo ambiente nos dará un nuevo paradigma y una oportunidad para desarrollar nuestro potencial.
Es en este factor donde debemos enfocar nuestro mayor esfuerzo y aporte; pues dentro de la interacción con los demás podemos potencializar las condiciones, sus actitudes y en lo posible herramientas que les faciliten el desarrollo integral de sus propias vidas.
Los pasos a seguir dentro del proceso de desarrollar a los demás, son los siguientes:
* Establecer siempre reglas y normas de juego claras, además, de darlas a conocerlas claramente.
* Promover un ambiente donde la gente sueñe y luche por alcanzar sus sueños.
* Brindar oportunidades para que la gente pueda practicar, experimentar, fallar y desarrollarse.
* Motivar en caso de que las personas fracasan en el intento. Darles esperanzas para que lo vuelvan a intentar.