Máquina para procesar la basura y convertirla en abono

Mediante la industrialización de la basura aportamos al cuidado del medio ambiente y por ende de la Madre Tierra.

Por la experiencia que he ganado como técnico mecánico, surge la idea de fabricar una máquina para procesar la basura, con las siguientes características:

1. Cilindro hexagonal, de plancha de acero perforado. El diámetro de esta máquina será de 1.80 metros x 12 metros de largo.

2. Por una boca mediante una cinta transportadora ingresaría la basura, la cual mediante unos martillos de acero será molida.

3. Los martillos estarán fabricados con acero de más o menos 20 kilos cada uno y serán 2 martillos por cada 2 metros para facilitar la molienda.

4. Por la parte posterior de la máquina, se expulsará lo que no se pueda moler, como ser: latas y metales en general, los cuales servirán como material de fundición.

5. Esta máquina alimentada a full de basura producirá, según cálculos aproximados, 150 toneladas de abono por semana.

6. La fuerza motriz de este molino será eléctrico.

7. El precio de esta máquina será aproximadamente $us 150.000.

La ventaja principal de esta máquina será la producción de un excelente abono para fertilizar las 500 mil hectáreas de tierras abandonadas por los campesinos en el año 1953 debido a la Reforma Agraria. Como consecuencia de tal medida, más o menos 400 mil campesinos migraron a las ciudades y al extranjero, abandonando sus tierras.

En tal sentido, se puede pensar otra vez en una revolución verde, trabajando con el dueño de la tierra y el Estado u otra institución interesada en sanear el medio ambiente, bajo el siguiente esquema: trabajar la tierra AL PARTIR; lo que significa que el campesino pone la tierra y el cuidado de la siembra, y el Estado pone semilla, abono, maquinaria y técnicos en la materia para que al final de la producción agrícola se dividan el resultado de la misma en partes iguales.

De esta manera habría suficiente producción, inclusive para exportación, lo que significaría que el campesino tendría suficientes ingresos monetarios para sostener un hogar donde pueda criar hijos y educarlos de manera decente. No solamente darles la educación primaria, donde aprenden a leer y a escribir, que es lo básico; sino que puedan pretender ampliar su cultura y conocimiento, que les permita ser iguales en el sentido intelectual, sin ser discriminados. Finalmente, poder criar a sus hijos, predicando con el ejemplo de buen padre y buena madre sin discriminación, porque discriminar es fruto de la ignorancia que es el azote de la pobreza.

Freddy Soza Vargas, Técnico mecánico.

Correo electrónico: calderos.soza@gmail.com