Con un frío empate de por medio, Bolívar sigue marcando muchas dudas en su rendimiento. Ayer, el plantel celeste igualó (0-0), frente al Ceará, en el estadio Hernando Siles, por la Copa Sudamericana.
Bolívar dominó plenamente el cotejo, pero pudo perderlo. A los 61 minutos, Joel Ferreira marró un penal para la visita y a los 90 minutos estrelló un balón en la base del palo.
La igualdad deja a Ceará y Bolívar con cinco puntos, mientras que el jueves Arsenal que suma un punto recibirá en Buenos Aires al boliviano Wilstermann, igualado a su rival con una unidad.
Como se preveía en la previa, Bolívar tomó la iniciativa desde el arranque del partido, aunque gradualmente perdió intensidad.
El cuadro brasileño le esperó cautelosamente en medio terreno con dos compactas líneas de cuatro y respondía con pelotazos y salidas en base a velocidad, generando incluso algún mano a mano de un delantero visitante con el portero boliviano.
Yony Gonzáles se movía con gran libertad por la banca izquierda y era permanente amenaza por su velocidad.
Los locales carecieron de jugadas explosivas que fueran desequilibrantes. Nuevamente, su dominio territorial y de balón no se traducía en anotaciones. Llegaban fácilmente hasta el área rival, pero se fallaban en el pase final.
Armando Sadiku y César Menacho, encargados de comandar la ofensiva, estaban en una noche poco inspirada.
A partir de los 20 minutos, Bolívar empezó a probar con remates de mayor distancia. Erwin Saavedra y Bruno Miranda tuvieron dos opciones claras que conjuró Joao Ricardo, pero que mostraban una alternativa al toque de balón practicaba la 'Academia' celeste.
A los 35 minutos el albanés Sadiku conectó de cabeza un centro desde izquierda que se estrelló en el vertical del arco brasileño mostrando, una vez más, que el albanés continúa peleado con el gol.
Bolívar pareció más ordenado y agresivo en la segunda mitad del lance. Saavedra y Miranda tenían una función más ofensiva por los costados. Sin embargo, el estratega español, José Ignacio González no mostraba intenciones de introducir las variantes que generaran el desequilibrio que requerían los locales.
Cuanto más insistía Bolívar, Ceará tuvo la mejor oportunidad en un tiro penal sancionado por mano del zaguero Diego Bejarano. Joel Ferreira marró el disparo rematando por encima del pórtico de Rubén Cordano.
A medida que transcurría el lance, Bolívar se mostraba carente de ideas para encarar el partido. A los 78 minutos, Menacho desperdició una magnífica oportunidad para romper la igualdad.
Cuando agonizaba el partido, Ceará estrelló el balón en el palo en una jugada que pudo haberle dado la victoria.
La próxima semana, Bolívar recibirá como local a Wilstermann, el otro plantel boliviano, mientras que Arsenal visitará el brasileño Ceará.