Los líderes de la OTAN confirmaron que Afganistán asumirá la responsabilidad de la guerra contra los talibanes a mediados de 2013 y que las tropas internacionales darán por cerrada su misión en ese país a finales de 2014, trece años después de su inicio.
“La transición irreversible de la total responsabilidad de seguridad de la ISAF (fuerza de la OTAN en Afganistán) a las Fuerzas de Seguridad nacionales afganas (ANSF) está en camino”, explicaron los líderes en su comunicado.
“La transición significa que los afganos verán cómo su Ejército y su Policía patrullan cada vez más sus ciudades y pueblos”, añadió el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen.
Los líderes, y en particular el presidente Obama, negociaron hasta el último minuto con Pakistán un compromiso para reabrir las rutas terrestres de aprovisionamiento para Afganistán, un elemento esencial para una retirada en orden.