OPINIÓN
La llegada de Gustavo Quinteros fue en el momento preciso, me da la impresión que tan solo un día después hubiera sido no fatal, pero se hubiera especulado más con temas que florecieron en tiempos aceleradísimos y que se quiera o no minan la estabilidad y la tranquilidad de un grupo que, por declaraciones y sentir de quienes están permanentemente cerca de ellos, está pasando por un gran momento.
Mi abuela cada vez que mis papás salían a alguna reunión y ella quedaba a cargo del cuidado de los Gremlins (o sea mis hermanos y yo) siempre decía que “Cuando el gato no está, los ratones están de fiesta” haciendo alusión a que cuando el jefe no está, las conductas son diferentes.
Definitivamente es así, la motivación es distinta, uno puede trabajar responsablemente y muy concentrado, pero cuando el D.T está parado al costado de la cancha viendo el desempeño del equipo en la práctica uno corre como si fuera la última vez. La entrega es diferente, el jugador se raja mas, sabiendo, suponiendo, soñando que tal vez, justo en ese momento por esa corrida o por ese esfuerzo el profe decide incluirlo en la lista final.
Mi experiencia se remite a nivel de equipos en ascenso de primera “C” en fútbol juvenil y en rugby donde el universo de jugadores es muy pequeño, usted que también tiene vivencias parecidas en su colegio o equipo de la oficina o del barrio, sabe que es así. No me puedo imaginar lo que a nivel de selección nacional se puede sentir, el saber que ya eres un privilegiado en el momento que tu nombre figura en una lista previa y que solo dependes de tu trabajo para quedar en la definitiva. Sin lugar a dudas si no lo vives de una manera especial es para darte una patada bien puesta justamente ahí, al final de la espalda y donde no llega el sol.
Viendo el video de la práctica de fútbol en el Siles del pasado domingo, Quinteros identificó movimientos interesantes entre algunos jugadores que lo entusiasmaron. Estas alianzas futbolísticas, duplas, sociedades o como quiera llamarlas, abren más posibilidades de un entendimiento general alrededor de quienes están en la misma sintonía y de a poco dicta la experiencia un patrón de juego que va surgiendo. En la medida que estas sociedades se reafirmen y no sólo surgen para un partido, sino que encuentran la tan soñada regularidad es que un equipo adquiere una identidad futbolística.
Lamentablemente todo este movimiento se simplifica cuando más jerarquía tienen los jugadores; en nuestro caso, tal como lo describió el D.T , el único fútbol que no evolucionó en esta parte del continente fue el nuestro, sigue siendo cansino, pastoso, previsible. Si a esto le sumamos que no tenemos elementos en La Juventus, Barcelona o Inter de Milán terminamos concluyendo que siempre será mucho más difícil para nosotros el transitar y competir en estos altos niveles. ¿Se puede contrarrestar esto sólo con ganas? La respuesta con velocidad gatillo será “NO”, pero… pucha que me da la gana pensar que “SI”, de terco nomás.
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 8.63 Bs. |
1 UFV: | 1.75489 Bs. |