Represión de la Primavera árabe aumentó violencia y abusos en Irak

Londres, (EFE).- El uso excesivo de la fuerza para reprimir las protestas surgidas en Irak tras la llamada Primavera árabe se sumó a la violencia casi endémica del país, donde en 2011, el año de la retirada de las tropas de EEUU, continuaron los atentados, las condenas a muerte y la tortura.

Según el último informe de Amnistía Internacional (AI) sobre los derechos humanos divulgado en Londres, una treintena de personas fallecieron y muchas más resultaron heridas en las numerosas marchas pacíficas registradas, en febrero y marzo, en todo el país.

Las protestas contra la corrupción, el desempleo y la falta de servicios básicos y derechos civiles fueron violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad, que utilizaron fuego real y granadas y hasta francotiradores para disolver las manifestaciones.

La actuación policial fue especialmente brutal en la región autónoma del Kurdistán, considerada un oasis de paz en un país devastado por la violencia: al menos seis personas, entre ellas varios menores, murieron por sus disparos en Suleimaniya, donde las protestas fueron masivas y se extendieron durante muchos días.

La violencia en el país continuó con los atentados, homicidios y secuestros cometidos por los grupos contrarios al Gobierno, muchos de ellos obra de Al Qaeda en Irak y sus aliados. La jornada más sangrienta tuvo lugar el 15 de agosto, cuando 89 personas murieron en 40 ataques coordinados en distintas ciudades del país.

Cuatro meses después, el 18 de diciembre y en cumplimiento del acuerdo de 2008, las tropas de EEUU abandonaron Irak, después de que razones jurídicas relacionadas con la inmunidad de los soldados impidiesen mantener a varios miles para labores de entrenamiento.

Las fuerzas de EEUU participaron en varios sucesos relacionados con homicidios de civiles, según AI, que además destaca que miles de detenidos sin cargos continuaron en las prisiones iraquíes en 2011.

Unos 12.000 detenidos figuraban en los centros relacionados con el Ministerio de Justicia, pero había muchas más en los gestionados por Defensa e Interior, donde, además, eran una práctica generalizada la tortura, con métodos tan brutales como descargas eléctricas, fractura de extremidades, semiasfixia y abusos sexuales.

La mayoría de las condenas fueron dictadas por pertenencia a grupos armados e implicación en ataques durante procesos que incumplían sistemáticamente las normas de juicios justos, con “confesiones” obtenidas bajo tortura que a veces se emitían antes por televisión, socavando la presunción de inocencia.

También aumentaron las amenazas y agresiones a los profesionales de los medios de comunicación, varios de los cuales fueron detenidos y sometidos a malos tratos, como el periodista radiofónico Hadi al Mahdi, asesinado a tiros cuando iba a acudir a una manifestación el 8 de septiembre. Meses antes había sido arrestado y torturado por participar en protestas.

DATOS

- En 2011 Amnistía Internacional detectó la pena capital, como otro de los puntos negros de este proceso de transición.

- Sólo en el primer semestre de 2011, se habían impuesto 291 penas de muerte y durante el año, se hicieron efectivas 68, tres de ellas mujeres.

- El 15 de agosto del año pasado más de 89 personas murieron en 40 ataques en distintas ciudades de Irak.