Un repaso de las inspecciones realizadas

Por la Terminal, la Avenida Montes, Cementerio, calle Tumusla, Avenida Buenos Aires, Garita de Lima y en todo el sector periurbano venden todo tipo de comida callejera sin tomar en cuenta las normas de higiene y manipuleo. Por San Francisco las tucumanas son preparadas sin cuidado también. “Tuvimos la experiencia de ir a ver la preparación en la sede de los Beneméritos y se vio que el preparado era terrible, sobre el suelo, en frazadas, trapos sucios y sin tomar en cuenta la cadena de frío. Bueno pero también está la calle Sagárnaga donde se venden hasta tortas de dudosa procedencia ya que la crema de leche o crema de huevo es altamente riesgoso y de fácil descomposición, además de ser fácilmente transmisora de salmonelosis”, señaló Uzcamaita.

Añadió que existe un poco de garantía en las paradas de buses y minibuses porque se prepara al día y se hace hervir algunos alimentos y se tiene cuidado en el preparado en sí; pero el riesgo está en la manipulación para la venta y el contacto (contaminado) con monedas y billetes. Por otra parte, a veces algunas señoras se esmeran con el preparado de arroz por ejemplo, pero complementan los platos con ajíes, llajuas o salsas y toda la cocción esmerada se contamina con ese tipo de aderezos u otras salsas que no son desinfectadas ya que se procesan crudas. Otro modo de contaminación es el agua para el lavado porque es escasa y no se utiliza detergentes lavavajillas adecuadamente, entonces los platos y el resto de la vajilla se contaminan con residuos.

“Pijchar” coca (masticar hojas de coca) puede ser otra forma de contaminación porque la saliva también es portadora de gérmenes diversos. Otra forma es la mezcla de crudo con cocido o la falta de higiene al preparar hasta cosas simples como la crema chantilly. Finalmente: lo peor de todo es la contaminación con heces fecales. Mucha comida callejera se prepara cerca de baños públicos, alcantarillas, cloacas, riachuelos, etc. donde se activan las bacterias.