Los alimentos y bebidas que se expenden en áreas y vías públicas y consumen los habitantes de la ciudad no son inocuos y tienen mala calidad. Por lo tanto, no ofrecen garantías plenas para la preservación de la salud.
Las muestras tomadas por la Alcaldía y su análisis descubren que más de la mitad de los alimentos se encuentran contaminados y la mayoría de los puestos presentan graves faltas de higiene e incumplimientos de las normas.
El trabajo de investigación realizado por la comunicadora social Mirna Quezada es un toque de atención para todos los ciudadanos, quienes deben tomar sus recaudos antes de consumir cualquier alimento.
Las consecuencias para la salud por el consumo de alimentos elaborados sin normas de higiene son gravísimas porque van desde enfermedades gastrointestinales moderadas hasta presentar complicaciones que pueden derivar en la muerte de las personas.