Don Mario deja una luz encendida en redacción

Se nos fue don Mario Rocha, un periodista de aquellos que unen generaciones y hablan a través de las teclas. Dijo hasta luego y después nos enteramos que la última connotación de ese saludo era hasta siempre.

Los más jóvenes apenas lo conocen, los que llevan una década y más en este trabajo saben que lo suyo era el cumplimiento estricto al deber. Hace 36 años se puso la casaca de EL DIARIO. Inició su labor el año 1974 en la sección cables (noticias transmitidas por teletipos), posteriormente se hizo cargo del suplemento del interior del país, luego apoyó la página social y actualmente coordinaba la visita de colegios a nuestro matutino.

En la última tarea que hizo en esta casa periodística nos cautivó la forma cómo encaró su labor, lo suyo era la disciplina, el horario, el orden, valores que no siempre entienden los jóvenes de hoy. La voz de don Mario lograba llegar a los jóvenes visitantes porque cautivaba el ambiente con sus expresiones

“El Diario es historia, este periódico les cuenta cada día una página de nuestro recorrido. Por este periódico han pasado figuras de las letras de este país, por eso, cada página escrita es una memoria”, decía don Mario.

Los jóvenes que tomaban nota y se animaban a hacer algunas preguntas le seguían los pasos, porque luego él les mostraba la sala de redacción. Quería absoluto silencio, porque para él la redacción era un templo, era un lugar particular de trabajo.

Quienes lo conocieron en sus años mozos hablan del hombre metódico, del periodista de pocas palabras, pero generoso a la hora de dar la mano, disponible para dar un consejo.

Un ser se apagó, una luz queda en su lugar, don Mario fue un maestro para los que quedamos en este apostolado. Gracias por toda su dedicación a este matutino. Paz en su tumba.