Denuncias por supuestos actos de racismo y discriminación en que habría incurrido la diputada por Convergencia Nacional, Adriana Gil, le privarían del curul; sin embargo, la legisladora cruceña aclaró que sólo afirmó que el presidente Evo Morales tiene una actitud “desleal y mentirosa” con los pueblos indígenas, por lo que estas declaraciones no podrían ser calificadas como actos de racismo o discriminación.
“Es una denuncia sin argumentos y una muestra clara de la persecución política muy al estilo del Gobierno. Yo no incurrí en ese delito”, dijo Gil.
La legisladora acusó a la diputada por el Movimiento Al Socialismo (MAS) Marianela Paco de parcialización y persecución, actitudes a las que son sometidos los sectores políticos de oposición.
Gil sostuvo que en una entrevista a un medio televisivo, cuestionó la actitud del presidente Evo Morales por el continuo cambio de postura respecto a la construcción de la carretera que uniría los departamentos de Cochabamba y Beni.
La decisión gubernamental de suspender a la diputada Gil fue conocida a través del viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas.