Los Ángeles, (EFE).- Un prometedor vídeo promocional y un diseño atractivo han bastado para que Pebble se convierta en el reloj inteligente de moda, un dispositivo que aún no existe y del que ya se han vendido 85.000 unidades en todo el mundo.
Pebble está pensado para ser un periférico del iPhone y los “smartphone” de Google Android y hacer las veces de mando a distancia del teléfono para controlar la música, leer mensajes o usar en actividades deportivas a modo de pulsómetro o cuentakilómetros, entre otras funciones de su primitiva versión.
La fama le llegó siendo un prototipo cuyos creadores, unos veinteañeros de Silicon Valley, no lograban desarrollar por falta de inversión.
Los jóvenes pusieron la vista en el “crowdfunding” y presentaron su proyecto a los internautas a través del portal de financiación popular Kickstarter donde pidieron 100.000 dólares (78.500 euros) para poder lanzar su negocio y ofrecieron a cambio unidades de su futurible reloj.