(EFE).- El chino Mo Yan, que recibió ayer en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura, describe en su obra un pasado de China que “es una revisión convincente y mordaz de cincuenta años de propaganda”. Así se refirió hoy a Mo Yan el presidente del Comité Nobel de Literatura, Per Wästberg, durante la alocución con la que le presentó antes de que recogiera de manos del rey Carlos Gustavo de Suecia la medalla y el diploma que acreditan el premio. De todos los Nobel entregados hoy, el que más expectación había suscitado fue el de Mo Yan, seudónimo que significa “no hables” y cuyo nombre es Guan Moye, quien desde que se conoció la atribución del premio ha recibido críticas, entre otros, de disidentes chinos por considerarle un intelectual del régimen.