SÓLO CHARLABAN COMO BUENOS AMIGOS
Jerusalén, octubre, 1994.- Descubrir al cónyugue con un amante es la más vulgar y la más corriente de las causas de divorcio, pero una enfermera de Haifa se llevó la sorpresa de su vida cuando al regresar de su trabajo encontró a su marido en la cama. . . con un amigo.
“Yo no soy homosexual”, exclamó el sorprendido marido, pero su esposa recurrió inmediatamente a un tribunal rabínico de esa ciudad portuaria para que le otorgue el divorcio.
La pareja, que lleva casada diecinueve años, tiene dos hijos, informaba, entonces la prensa israelí.
El marido alegó ante los jueces que, efectivamente, se hallaba con un amigo en la cama, “pero todo lo que hacíamos era cantar juntos y charlar”.
“Aunque se crea un cantante, no lo quiero más”, dijo la mujer, de 45 años. “Con mis propios ojos, lo ví desnudo con su amante”, agregó al solicitar el “divorcio inmediato”.
Por su parte, el marido ha pedido lo que en la legislación judía se conoce como “shelom bait”, que los jueces procuren “la paz del hogar” y persuadan a su esposa a que retire la demanda.
PESE A TODO LA PERDONÓ
Lima, Perú, diciembre, 1994.- Hilda Vilca que la primera semana del año mencionado arriba, había cercenado en un 60 por ciento el pene de su esposo por venganza, hizo las paces con él y ahora la pareja pide 300 dólares a la Prensa por prestar alguna declaración.
La llamada “Lorena Bobbit” peruana, cansada de los golpes e infidelidades de su esposo Manuel Quispe, aprovechó la ebriedad de éste para con una hoja de afeitar cercenarle el miembro viril.
El hecho sucedió en una barriada de la ciudad de Arequipa, mil kilómetros al sur de Lima, donde la pareja trabaja en el comercio ambulante.
Llevado al hospital al malogrado esposo, los médicos lograron reimplantar el pene cortado y, según los médicos, Quispe podrá volver a tener relaciones sexuales normales dentro de seis meses, aunque tendrá que someterse a un tratamiento especial.
Hilda dijo posteriormente que se había arrepentido de lo que había hecho y ahora se ha reconciliado con su esposo, que manifestó que, pese a todo, la ha perdonado.
BESOS QUE MUTILAN
Barranquilla, Colombia, julio, 1993.- En un apasionado beso reactivado por el calor del licor, una hermosa mujer arrancó la lengua a su ex patrón, indicó el matutino El Heraldo de Barranquilla, puerto sobre el Caribe colombiano.
El insólito caso ocurrió el viernes pasado cuando el industrial Héctor Ramírez se encontró con su ex empleada Carmen Estrada, de 25 años, con quien se dedicó a tomar licor para celebrar el reencuentro.
Tras un recorrido por varias discotecas de la ciudad, la pareja se dirigió finalmente hasta las instalaciones de la empresa de Ramírez, donde continuaron los besos y las caricias, en lo que parecía un romance fácil.
Empero, de pronto la joven registró un brusco y brutal cambio en medio del prolongado beso, quien luego de apretar la lengua con sus fuertes dientes, se la arrancó de un mordisco.
Ramírez se dirigió a una clínica cercana, donde fue atendido por un cirujano plástico, quien realizó la operación de rigor.
El cirujano Felipe Zapata reveló entonces que es importante recordar “que un reimplante no es garantizable por cuanto las mordeduras humanas son las más contaminadas”, recordando que su cliente presenta problemas de modulaje de la palabra, situación que será superada con una severa terapia del lenguaje.
Héctor al salir de la clínica presentó una demanda penal contra su ex emepleada y causante de su desgracia, cuyo paradero es un misterio para las autoridades y el propio afectado.
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