Biólogos afirman que carretera ecológica por el Tipnis es inviable

Cochabamba, (EL DIARIO).- Un grupo de biólogos que participaron en un foro debate en Cochabamba, sobre la construcción del segundo tramo de la carretera Villa Tunari San Ignacio de Moxos, en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) determinaron que una carretera ecológica que pase por medio del lugar sería totalmente inviable.

Expertos en biología y medioambiente analizaron los impactos ecológicos que ocasionará la construcción del camino por medio de la selva.

“Concluimos que la carretera que pase por medio del Tipnis, no es ecológica, ni ambientalmente viable, presentándose efectos de la carretera con potencialidad para alterar el clima y la provisión de agua de al menos dos departamentos de Bolivia y de los bosques de tierras bajas. Otras alternativas tienen que ser creadas y analizadas, y más que todo acompañadas por estudios de impacto medioambiental, refrendados por instituciones internacionales imparciales, para poder pronunciarnos sobre la factibilidad de las mismas”, señala el documento de conclusiones.

En este marco, el representante de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), en Cochabamba, Martín Villarroel, acotó que la construcción del tramo carretero, a largo plazo, ocasionará la depredación de la naturaleza y biodiversidad que actualmente habita en el Tipnis, entendiéndose por ecosistema a los indígenas, las especies animales y forestales que sufrirían cambios en su habitad y estarían en peligro de extinción.

“El impacto que va a ocasionar la construcción de la carretera va en contra del medioambiente, siendo de gran magnitud porque generará un cambio en la visión de todas las comunidades, los animales estarán propensos a morir y se facilitará la deforestación desmesurada de los árboles, todo esto terminará con el bosque nativo”, enfatizó Villarroel.

POSICIONES

Al respecto, el Asesor General de la Gobernación, Freddy San Millán, en declaraciones a los medios de comunicación, afirmó que tras la conclusión de la consulta que desarrolló el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en parte del territorio del Tipnis, ahora queda analizar que tipo de carretera se construirá planteando varias alternativas.

“Va ser una zona que tenga una franja de seguridad, no para que no exista ningún tipo de intromisión, sea solamente de paso. Ahora se tiene pensado construir una carretera ecológica, ver la posibilidad que se aminore el impacto en el medioambiente, a partir de ahora se abren las alternativas para ver que tipo de carretera ecológica puede ser, hay propuestas de un tren que pase por ahí, hay la posibilidad de un subterráneo, esto ameritará de un estudio o finalmente un puente aéreo, que pase por encima de la selva”, sostuvo.

Por su parte, el residente de la Sociedad de Ingenieros Eméritos, Gonzalo Maldonado, señaló que la mejor alternativa, en caso que se construya un tramo carretero, es cambiar la ruta que contempla la segunda fase, aumentando un desvío de 41 kilómetros que preservaría el territorio, evitando que pase por medio del Tipnis.

Finalmente, el activista ecológico, Pablo Rojas, quien calificó la propuesta de una carretera ecológica como “irracional”, señaló que la construcción del camino constituye un atentado contra las más de 800 especies animales y silvestres que viven en el territorio y poco a poco terminarían desapareciendo.

“Este proyecto no cuenta con ficha ambiental, por tanto no hay ningún aval que lo respalde, más pasa a ser un capricho del Gobierno y los cocaleros por copar y avasallar el Tipnis, cualquier camino que parta en dos su casa por lógica va a traer serios problemas y consecuencias a la larga, los primeros en morir serán los animales, por el solo hecho de intentar pasar de un extremo a otro”, afirmó.

DATOS

- “Si la carretera pasa por medio del Tipnis, automáticamente va ocasionar que otros caminos horizontales se abran, los daños medioambientales van a ser terribles. Consideramos que la mejor alternativa es desviar el tramo dos, ampliando el camino por la serranía de los Mosetenes, que implicaría 41 kilómetros más pero manteniendo y preservando la selva”. Gonzalo Maldonado, presidente de la Sociedad de Ingenieros Eméritos.