La libertad de Ostreicher está sujeta a nuevos elementos de valoración

La conferencia de prensa que ofreció el actor Sean Penn y la posibilidad de que una vez puesto en libertad Jacob Ostreicher pueda hacer declaraciones que perjudiquen al país, podrían dilatar los días de su detención, aunque hasta el martes debe pronunciarse la juez Eneas Gentile sobre este caso.

La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, se adelantó en señalar que “cualquier demanda y recursos que se presente en contra del país, el Estado boliviano sabrá defender su posición, entorno a que ningún pedido de un actor como Sean Penn que es muy querido por el Gobierno boliviano y el Presidente (Evo Morales) o alguna otra estrella, pueden influir en decisiones que competen al Órgano Judicial”.

Esta declaración surgió a raíz de una supuesta denuncia interpuesta por una firma de abogados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por una posible violación de los derechos de Jacob Ostreicher.

La opinión de un par de juristas respecto a la intromisión y luego al ponerse en dudas cómo consiguió comprar el estadounidense tierras no regularizadas, comenzaron a cobrar cuerpo, mientras el foco de atención se desvió ahora a las declaraciones de los implicados en la red de extorsión.

Las aproximadamente 15 mil hectáreas que compró Ostreicher estaría en zonas protegidas y que no tienen la regularización correspondiente del INRA, que fueron a parar a manos de Maximiliano Dorado y posteriormente a través de éste a la colombiana Claudia Rodríguez que hizo la transacción con el dinero de Ostreicher.

Claudia Liliana Rodríguez entró en relación económica con Jacob Ostreicher y el suizo Andre Zolty hace cuatro años. Entonces, la colombiana los convenció de invertir 25 millones de dólares en la compra de tierras para cultivar arroz, sin percatarse que estas tierras estaban siendo vendidas por Maximiliano Dorado, un hombre ligado al narcotráfico y acusado de asesinato y lavado de dinero.

Ante la sospecha de que estaban siendo estafados, Ostreicher llegó a Bolivia y a los pocos meses (junio 2011) fue arrestado por orden de la fiscal Jeanette Velarde, quien argumentó que el estadounidense realizó inversiones con capital de dudosa procedencia.

Para entonces se ignoraron las pruebas que demuestran que Ostreicher y Zolty no tienen antecedentes ni cargo alguno en Estados Unidos ni en Suiza. Tampoco se valoraron los documentos presentados por éstos sobre registros bancarios presentados como descargo.

En el caso estuvieron dos jueces y las 15 mil y más hectáreas que fueron decomisadas. Con la detención de los implicados en la red de extorsionadores, el caso cobró otra dimensión y Ostreicher siente que se acerca el final de su condena.

Rodríguez administraba los negocios del agroindustrial Jacob Ostreicher en Bolivia y fue quien negoció los terrenos con Maximiliano Dorado. A juicio del abogado Favio Jofré, su defendida (Rodríguez) sufrió la misma extorsión que el estadounidense y funcionarios del Ministerio de Gobierno le pidieron 30 mil dólares para no ser trasladada al penal de La Paz.

Ayer fue trasladada bajo fuertes medidas de seguridad a Santa Cruz, presumiblemente para declarar ante la Comisión de Fiscales, acerca de algunos cabos que quedaron sueltos y la manera cómo adquirió los terrenos en cuestión.

La defensa de Jacob Ostreicher inició el trámite para que su defendido sea trasladado de clínica lo más pronto posible, esto porque temen que se esté organizando un atentado en su contra, debido a todas las revelaciones que dio para destapar la red de extorsión que operaba al interior del Ministerio del Interior.

El abogado de Jacob Ostreicher, Jimmy Montaño, declaró ayer en Santa Cruz que se pudo saber de la presencia de personas sospechosas en inmediaciones de la clínica Incor, que es el centro de salud donde el empresario guarda detención desde hace un mes.“Estamos realizando los trámites correspondientes ante el Ministerio Publico, para que el señor Ostreicher sea trasladado de inmediato a otra clínica donde pueda estar internado. Hemos detectado a varios personas que intentaron ingresar al cuarto de mi defendido, en la clínica Incor, gente desconocida: tememos por su vida”,dijo.