Reos de dos ciudades se suman a protesta por pago de prediarios

Los reclusos en otras dos ciudades bolivianas se sumaron ayer a las protestas iniciadas el martes en la región central de Cochabamba por el impago de las pensiones alimenticias que reciben del Estado a diario.

El principal problema se mantiene en Cochabamba, donde dos reos de la cárcel de San Sebastián se cosieron los labios y otros iniciaron una huelga de hambre, mientras que sus esposas e hijos bloquearon calles en el centro de la ciudad, según constató Efe.

En esa misma región, ayer los reclusos del penal de El Abra se enterraron hasta el cuello y se extrajeron sangre con jeringas para hacer pancartas reclamando el pago de la subvención alimenticia que reciben todos los días y que han dejado de pagarles desde octubre pasado.

Ayer también hubo manifestaciones en la sureña Sucre, capital constitucional de Bolivia, y en la norteña Cobija, fronteriza con Brasil, según reportaron medios locales.

Cada recluso recibe a diario para su alimentación 6,40 bolivianos, equivalentes a 90 centavos de dólar, y el pago de la subvención demanda un gasto mensual de unos 459.000 dólares a escala nacional, dijo a Efe el director de Régimen Penitenciario, Ramiro Llanos.

En algunos penales, el dinero se entrega directamente a los proveedores de alimentos y se hacen “ollas comunes” para distribuir la comida a los reos, pero en otros, como los de Cochabamba, los reclusos reciben la paga en efectivo y por eso las protestas son más radicales en esa región, explicó Llanos.

El monto debe ser cubierto por las gobernaciones regionales y por el Ministerio de Gobierno, que ya ha agotado todo el presupuesto que tenía para atender las cárceles porque, según Llanos, el número de reclusos nuevos superó el cálculo inicial de las autoridades.