Israel Camacho Monje
Es la pregunta del ciudadano común que no entiende cómo el Ministerio de Educación recurre al sistema del sorteo en la presente gestión, igual que en lotería, para saber cuáles alumnos tienen suerte y se inscriben en determinados establecimientos educacionales, y cuáles no la tienen y simplemente tendrán que resignarse a su desgraciada suerte.
Tampoco alcanza a comprender por qué autoridades educacionales aseguran que desde este año se podría implantar las 8 horas continuas de clases diarias, solamente en establecimientos educacionales que tengan las infraestructuras correspondientes, sabiendo muy bien que muchas escuelas y colegios en Bolivia funcionan en casonas viejas y para el colmo a punto de derrumbarse, por no haber sido objeto de las refacciones y ampliaciones necesarias.
El ciudadano común no puede menos que considerar esas determinaciones como irresponsables, con falta de sentido común y, lo que es peor, una flagrante discriminación educacional que favorecerá a muy pocos estudiantes y, por el contrario, perjudicará a miles de otros alumnos que no han tenido la suerte de inscribirse en verdaderos establecimientos educacionales.
Por todo lo anterior, el ciudadano común se suma a la resignación de muchos padres y madres de familia de nuestro desgraciado país, que ven que sus hijos e hijas no podrán entrar a escuelas ni colegios donde podían recibir la formación educacional, suprema prioridad del Estado. Repetimos, se resignarán a que tomen otros caminos sus hijos e hijas, por la falta de previsión de las autoridades educacionales que poco o nada hicieron durante estos últimos y controvertidos casi ocho años plurinacionales.
Así también aumentará la censura de la población boliviana al Presidente del Estado, porque en vez de abocarse desde el año 2006 a la construcción de cientos de canchas de fútbol con césped sintético, para beneficiar a pequeños grupos de desocupados, muy bien hubiese podido construir cientos de escuelas y colegios. De haberlo previsto, ahora sí será el momento de implantar en forma general las 8 horas continuas de estudios, incluyendo los desayunos y almuerzos correspondientes.
Por último, el ciudadano común se permite sugerir a las autoridades del Ministerio de Educación que se dediquen en dos años, hasta 2016, a la construcción de verdaderos establecimientos educacionales, con las infraestructuras correspondientes. Y si recurrieran a la excusa de que no cuentan con los terrenos necesarios, les recordamos que en todo nuestro país hay miles de viviendas incautadas al narcotráfico, y que podrían ser demolidas o canjeadas con otros terrenos ubicados en los sectores necesarios e imprescindibles. Entonces recién, y en forma general, se podría dar por iniciado el nuevo programa de educacional boliviano que contempla las ocho horas continuas de estudios. ¿Verdad que sí?
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |