Un anhelo general de la colectividad nacional es que, en el tiempo más corto, el Gobierno decida aprobar la Ley de Inversiones, conjuntamente la de Hidrocarburos y la de Minería con miras a rehabilitar la economía nacional con más producción y, consiguientemente, con miras a elevar los índices de exportación.
Desde el año 2006 se ha restringido las fuentes de producción y la verdad es que hemos llegado a grados excesivos de contento por las exportaciones de gas al Brasil y la Argentina, que pagan altos precios internacionales por lo que les vendemos. Y es ese mismo fenómeno que nos ha mostrado, durante ocho años, que nuestra producción en otros rubros ha bajado considerablemente en lo referido a lo mucho que pudimos haber producido, y que la bonanza de dinero se debe, única y exclusivamente, a los precios internacionales del gas y no, en modo alguno, a programas o planes cumplidos del Gobierno. Los altos precios los ha fijado la demanda internacional y nosotros, como país, nada hicimos para preciarnos de haber manejado debidamente nuestra economía.
Apoyar e incentivar la producción no sólo de hidrocarburos o minerales, sino, muy especialmente, de todo lo que podría cubrir las necesidades del mercado interno (caso trigo) y, además, se pueda exportar, es vital. Nuestro país cuenta con recursos maravillosos y cuya explotación espera, simplemente, acciones políticas, coraje y disciplina para lograr la diversificación de nuestra economía. Si hacemos un balance, honesto y sin tapujos, llegaremos a la conclusión de que en los años pasados nada se hizo para apoyar e incrementar la producción. Para empezar, baste ver el caso agropecuario: ¿cuántos miles de hectáreas han dejado de producir? ¿Cuántas familias campesinas han emigrado a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida porque la tierra adjudicada no les permite vivir? ¿Cuántos jóvenes que, luego del servicio militar, debieron retornar a sus hogares en el campo, no lo hicieron y se quedaron en las ciudades y grandes centros poblados?
Entre lo que el Gobierno debería preguntarse y responder está: ¿cuántas industrias programadas e incentivadas y promovidas por el Gobierno han surgido en el país? ¿Cuántas inversiones públicas no han tenido los resultados esperados? ¿Cuántas licitaciones se hicieron para atraer capitales con miras a explotar ingentes riquezas que posee el país?
Hay mucho, muchísimo por hacer en el campo de “revivir” la producción y dejar de contentarnos con los ingresos provenientes del gas y que no implica esfuerzo del Gobierno de la nación. Esas exportaciones al Brasil y la Argentina puede que lleguen a cumplirse en los términos y tiempo que señalan los contratos; pero, ¿continuará el auge de ventas del producto habida cuenta de que hay serios peligros en el horizonte de los hidrocarburos? Son preguntas que debemos responder cabal y oportunamente.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |