¿Carbón vegetal para fundir hierro del Mutún?

Hay errores que son cometidos periódicamente en el país; uno de ellos es la postergación de la explotación del hierro del Mutún: que fue motivo de licitación para luego, por falta de energéticos, anular los contratos con la firma hindú Jindal Steel; luego, para “reparar” el daño, se dijo que “se utilizaría carbón de piedra” y, como es muy caro, se desestimó; finalmente, se habla de “utilizar carbón vegetal”. Nadie hace referencia, en el Gobierno ni en la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), sobre el lógico hidrocarburo que debería utilizarse: el gas.

Hace muchos años, la empresa EBX del Brasil explotaba hierro del Mutún “utilizando carbón vegetal” y se canceló sus operaciones por considerarse “atentatorio contra el país el uso de carbón vegetal a costa de bosques y vegetación boliviana”. Hoy, ante la incapacidad para contar con gas, todo muestra que la Empresa Siderúrgica del Mutún habría “planificado” que poblaciones aledañas a los yacimientos, muchas del Chaco y regiones del departamento de Santa Cruz, destruyan bosques y plantaciones para convertir ricas maderas en carbón vegetal que sirva para fundir hierro.

¿En qué quedamos? EBX fue expulsada por utilizar precursores en base a carbón vegetal y ahora ¿cometeríamos el mismo yerro? ¿Se recurrirá a campesinos, colonos y personas sin trabajo para que destruyan malezas, vegetales de toda clase, bosques y otros para que los conviertan en carbón? ¿Cuánta pérdida de tierras aptas para la agricultura y que contienen ricas maderas y plantas medicinales en sus bosques y una rica fauna serán destruidos por el fuego? ¿Cuántas hectáreas serán convertidas en desiertos? ¿Qué políticas de reforestación -si ello fuese posible- se ha estudiado con miras a reemplazar la vegetación destruida?

Desde hace varias décadas existe la esperanza de que el Mutún sea licitado y se explote el hierro, pero sin prever el energético que servirá para los hornos de fundición. Se habló mucho sobre “importantes reservas de gas” y la verdad es que tenemos muy poco; pero, a la vez, ni YPFB en conjunción con las empresas petroleras que explotan gas en el país informan sobre la posibilidad de realizar labores de prospección, exploración y explotación de posibles reservas de gas. Tampoco se permite, por falta de garantías, la presencia de empresas petroleras que coadyuven en labores de explotación del energético.

Mucho se habla de defender los recursos naturales, de “cuidar la tierra” y se hace todo lo posible para destruirlos demostrando, una vez más, contradicciones y conductas extrañas que solamente nos llevará a desertizar ricas zonas de los valles y trópicos; en cambio, se vende gas al Brasil y la Argentina cuando es necesario para uso del país en el Mutún y mucha industria que estaría paralizada por su carencia.