Conflicto por el requerido Hospital “La Paz”

En la populosa zona de la plaza Garita de Lima se encuentra el Hospital “La Paz” que brinda con prontitud el servicio de salud en diferentes especialidades básicas de la medicina por más de 40 años. Se había iniciado como policonsultorio y está dirigido por el prestigioso facultativo Freddy Jaldín Parra, que atiende por más de 25 años. El vecindario es testigo de cómo, después de muchos años de esfuerzo y dedicación de reconocidos galenos profesionales, se constituyó en Hospital de Segundo Nivel, estratégicamente localizado en una de las áreas rojas de la ciudad.

Pero autoridades del Gobierno Municipal pretenden la construcción en el lugar de un viaducto, por lo que sería trasladado dicho nosocomio a la alejada zona de La Portada, lo que incitó a las juntas vecinales y gremiales a efectuar bloqueos, marchas, vigilias, empeñados en su resistencia. Es necesario considerar que la zona es de enorme población y dependiente de los servicios de este hospital que otorga atención con calidad y calidez a los pacientes.

Este conflicto ha dejado al personal médico, administrativo y otros trabajadores del Hospital “La Paz” en una situación de incertidumbre, al ser dependientes de organismos gubernamentales. No quedaría otra opción que acatar dichas disposiciones, aunque, obviamente, no estén de acuerdo ni se considere que muchos facultativos aún ofrecen sus servicios médicos con más de 20 años de labor y fueron forjadores de su crecimiento y prestigio. Mediante proyectos presentados a autoridades demostraron también la intención de continuar creciendo y convertirla en un hospital de tercer nivel, aunque son muchos los obstáculos que se interponen entre instituciones médicas para este propósito.

Y es que, contrariamente, se ha intentado obtener adhesión de profesionales en salud con promesas para contar con nuevo hospital, totalmente equipado, en la zona de La Portada, aunque sin haber documentación seria que otorgue garantías para el traslado de todo el cuerpo profesional y personal de la administración, pues sería lamentable la redistribución de su personal y perdería prestancia y prestigio el hospital en cuestión, además que para muchos doctores y doctoras significa esfuerzo y entrega de una gran parte de sus vidas.

En todo caso, habría que convertir el Hospital “La Paz” en uno de tercer nivel, en una de las zonas críticas de la urbe, antes que su traslado a otra zona periférica. Y por el bienestar de la población, que necesita hospitales, centros de salud eficientes de alta tecnología y complejidad, replantear el proyecto del viaducto, de forma tal que no se toque dicho nosocomio, evitando así las molestias ocasionadas no sólo a la vecindad de la histórica Garita de Lima, sino también al cuerpo de profesionales que, pese a todos los disturbios ocasionados en las afueras de la institución hospitalaria, continúa sus actividades con normalidad.

Si el Gobierno central dice que “la salud es lo primero”, entonces no debe existir el propósito de echar abajo hospitales. Por el contrario, es urgente crear más centros médicos, policlínicos, clínicas de salud que beneficien al pueblo paceño.