INTELIGENCIA EMOCIONAL
“Si pudiéramos aprender a soltar tan solo el diez por ciento de nuestras tensiones musculares podríamos ser más felices”
El espasmo muscular es una función especial del organismo creada para unir dos tejidos que se hubieran separado por cualquier motivo de la vida; la función de un espasmo es juntar los tejidos para que éstos vuelvan a repararse y a poner en buenas condiciones el organismo humano.
En los tiempos modernos, el fenómeno del espasmo se da tanto en los músculos largos como en los músculos circulares y en general provienen de tensiones mentales provocadas por amenazas, en general del mismo orden.
Las contracciones musculares son como endurecimientos o nudos que se forman en los músculos y si se mantienen por períodos largos, van produciendo diferentes formas de estrés que si no se corrigen terminan por deteriorar nuestro organismo físico.
Como son muy pocas las personas que pueden producir un espasmo a voluntad y por consiguiente pueden producir también su soltura o relajación, vamos a aprender nosotros a provocar un espasmo con nuestro brazo derecho, vamos a aprender a generar una tensión en cinco niveles y una vez que logremos crear el espasmo en nuestra mano derecha, podremos transferir el acto de soltura o de relajación a cualquier parte de nuestro cuerpo que necesite soltar una contractura muscular o contractura espasmódica.
Aprendí esta técnica al leer un libro llamado “Programe su mente” de Emmet E. Miller, a quien admiro profundamente por su increíble sabiduría y por lo práctico de sus conocimientos.
Para soltar las tensiones acumuladas en la espalda superior, debe proceder de la siguiente manera: con el cuerpo relajado procedemos a apretar la mano derecha formando un puño, la primera presión será el nivel uno; la segunda operación será el nivel dos y así sucesivamente y cuando lleguemos al nivel cinco, probablemente nuestra mano se ponga temblar, debemos hacer que se produzca el dolor voluntariamente y una vez conseguida esta tarea, en el momento de soltar las tensiones de la mano derecha debemos decir mentalmente o en voz alta: “relajación y transferencia” y luego imaginar cómo la sensación de relajación se transfiere a la espalda.
Debe hacerse cada ejercicio dos veces para notar el beneficio y la maravillosa sensación de soltura que se va logrando de esta manera.
El segundo ejercicio sirve para descontracturar los espasmos que se producen en la boca del estómago: vuelva a tensar su mano derecha transformándola en un puño y haga su presión de nivel uno, siga aumentando la fuerza hasta el nivel cinco, una vez conseguida la sensación de dolor y de vibración, acercar la mano derecha a la boca del estómago y en el momento de soltar la tensión pensar o decir: relajación y transferencia y con la imaginación transferir la sensación hacia la boca del estómago y a todo el abdomen si fuera posible y se notará una sensación de soltura y probablemente la emisión de algunos gases a los que llamamos eructos.
Así que ya lo sabe querido amigo o querida amiga, puede transferir el ejercicio del espasmo-relajación a cualquier parte de su cuerpo que sienta tenso y que no pueda aflojar de otra manera y se sentirá de maravilla para saber que puede transferir la orden de soltura a cualquier contractura muscular que pueda haber en su cuerpo, en cualquier parte del mismo e ir comprobando los beneficios.
Para que los ejercicios tengan mayor efecto deben practicarse entre tres y cinco veces al día y una vez aprendidos, podemos enseñarlos a quien esté dispuesto a escucharnos y a aprender, nos vemos en el artículo de mañana.
Palabras del autor: “Todo lo que hacemos con los demás lo experimentaremos de alguna manera en el futuro”
Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema de su vida, llame a los teléfonos del encabezado (72513317-2488284-77787203).
Los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.
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