Tema marítimo en La Haya desata debate interno en Chile

La insistente postura de políticos y exjefes de estado chilenos de que su gobierno debería impugnar la competencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, aspecto que causó la molestia del agente Felipe Bulnes, desató la disgusto del Gobierno y del parlamento de ese país y, un debate interno en el que muestran desacuerdos sobre la decisión que debería tomar el vecino país.

“Él (Felipe Bulnes) no puede entrometerse en los asuntos de política, él debe dedicarse exclusivamente a la demanda”, afirmó el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Chile, Jorge Tarud, a tiempo de informar que dicha instancia legislativa convocó a Bulnes para que explique sus declaraciones.

BOLIVIA

En tanto, el presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró que desde que se lanzó la demanda ante La Haya, cuenta con el respaldo de todos los expresidentes y excancilleres del país y que su Gobierno dejará que ese asunto sea resuelto en instancias judiciales internacionales y que este tema no se electoralizará.

“Me he reunido con todos los excancilleres de manera permanente y cualquier momento vamos a convocarlos y la recomendación que hemos dado es que este tema no se debe partidizar ni electoralizar, por eso también participan todos los expresidentes (así sean) opositores. Todos (estamos) unidos y esa línea va a continuar”, indicó.

MISION ÉXITO

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Jorge Tarud, confirmó que la delegación chilena llegó a Bolivia para participar de la Cumbre del G77 con un objetivo bien planteado que consistía en evitar que el gobierno de Evo Morales tocara y socializara el tema de la demanda marítima ante los 133 miembros de este bloque.

“El presidente Morales no mencionó en ningún momento la palabra mar y no entregó el libro del mar. Fue una misión exitosa”, destacó.

MOLESTIA CHILENA

Bulnes, agente chileno encargado de la demanda marítima interpuesta por Bolivia en la CIJ de La Haya, criticó a los políticos de su país calificándolos de irresponsables y que actúan con demagogia y populismo y que pretenden “pautear” la estrategia de defensa que Chile presentará como respuesta ante la corte internacional.

“Me parece completamente inapropiado que actores políticos relevantes de este país, rompiendo un precedente que ha sido la unidad y la responsabilidad con que se enfrenta un caso de esta naturaleza, busquen pautear la forma en que Chile debe defenderse ante la Corte Internacional de Justicia”, afirmó.

Bulnes dijo también que los políticos chilenos no están actuando con responsabilidad y seriedad y asumiendo estos temas de verdad como una política de Estado y aseguró que en muchos comentarios hay irresponsabilidad y, en algunos casos, populismo y demagogia y advirtió de que no corresponde que los actores políticos “pauteen” la estrategia de la defensa de Chile y esta tenga que discutirse en público a través de la prensa.

“Eso es francamente insólito. Cada día se suman nuevos actores políticos indicando cuándo Chile debiera o no debiera objetar la competencia de la corte, como si se tratara de un tema de gustos o preferencias y no de una materia en donde hay múltiples razones técnicas y jurídicas que ponderar”, subrayó.

Agregó que le parece incomprensible “que (los políticos) pretendan fijar una posición respecto de lo que se debe hacer, pero aún más incomprensible resulta que no reparen en que ello promueve una discusión pública sobre la estrategia judicial que debe adoptar Chile, cuando eso es contrario a las normas más básicas de prudencia”.

Al respecto, Tarud criticó las palabras de Bulnes aseverando que “son declaraciones impropias. Él ha injuriado a tres expresidentes, y a todos los parlamentarios que hemos manifestado nuestra opinión (.) El Gobierno debe conversar con el agente Bulnes. Le estamos dando una oportunidad para que explique sus opiniones”.

El canciller de Chile Heraldo Muñoz se enteró de las fuertes críticas que lanzó el jurista Bulnes lo que ha provocado un debate público sobre la posibilidad de pedir la incompetencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya ante la demanda de Bolivia por un acceso soberano al mar.