Muletillas frecuentes

Según el diccionario, muletilla quiere decir “voz o frase que se repite mucho por hábito; palabra o frase innecesaria que se repite mucho en la conversación, por costumbre o como apoyo al hablar”. Por supuesto que las muletillas son de uso frecuente, cotidiano -y de siempre- en nuestro medio y en distintos sitios, lo cual es innegable. Por ejemplo, existen quienes pretendiendo darse la importancia del caso, sin que ello así lo amerite, responden ante cualquier reclamo u observación: “tengo que hacer mil cosas, no hay tiempo para nada, no me alcanzan las horas”, etc. Asimismo, es común escuchar “juro por Dios, no entiendo, no comprendo, digo yo, la cosa es que, así que”, entre otras. Por supuesto que su utilización es moneda corriente en oficinas públicas, privadas, y en todos los niveles sociales.

Digamos que éstas han llegado a calar hondo en los últimos tiempos, tal es así que por ejemplo ya resultan ser simples “muletillas” las utilizadas por determinados sectores cuando exigen a voz en cuello: “por última vez que amplíen el plazo y después veremos qué hacemos”, hablando de quienes se dedican a la internación al país de ropa usada, atentando así contra la industria nacional textil. Y viene a ser lo mismo cuando desde las esferas de distintas gestiones gubernamentales se viene repitiendo: “por última vez se amplía el plazo para la comercialización de estos productos”. Pura muletilla, ¿no es cierto? (recurrimos a otra para hacer el correspondiente hincapié). Aunque no se sabe si en la actualidad será verdaderamente “por última vez”, más aún cuando nos encontramos a la vuelta de la esquina con nuevos comicios generales.

Hay más, puesto que en bastante hogares la muletilla repetida hasta el cansancio en sentido de que es “la última vez que tomo los viernes”, viene a ser algo que ya nadie cree, y menos al mismo que lo dice, porque alegará “dos nomás voy a tomar”, que es una mentira.

A propósito, hablando de temas del hogar, la muletilla “te juro, mamita, que nunca más te voy a tocar” es algo que no se cumple en su cabalidad, por lo que aquello de “nunca más la violencia contra la mujer, nunca más el feminicidio”, porque ya existe una ley que los condena, está viniendo a constituirse en otra especie de “muletillas”, puesto que esos atentados contra el denominado sexo débil, de acuerdo con datos registrados en la prensa diaria, hasta pareciera que se han incrementado.

De ahí que no hay nada mejor que ser libres de verdad, no estar atados a lo material, las ideologías y otras esclavitudes tontas como las drogas, el alcohol, la flojera, y en fin, deberíamos de tratar de vivir en amor, aunque siempre se ha dicho que somos seres incompletos, lo que realmente de forma perenne nos lleva a la angustia, como dijo el sacerdote jesuita Sabino Colque, quien asegura que eso de “pienso, y luego existo”, refleja todo lo anterior, hablando de las angustias que padecemos en esta sociedad, cuando lo contrario debiera ser “siento, y luego existo”. Si esta sociedad fuera de hombres libres, según ese mismo razonamiento, no existirían las diferencias, ya que además las leyes son de sociedades de esclavos.

No está por demás señalar que deplorablemente, en los tiempos que corren, como se habrá podido advertir, existen “cantinelas” para todo y contra todos, lo que confirma la imperfección en la que estamos sumidos para pesar nuestro. Al menos, intentar dejar de lado los subterfugios, las disculpas, el pretender tener la razón siempre, o el ser dueños de la verdad, y hasta las mentiras piadosas, podría conducirnos a evitar lo que resulta ser ya una especie de mañoso uso de las tristemente célebres “muletillas”.