Se dice que Bolivia crece por encima de potencias, que tiene crecimiento económico récord, que goza de “bonanza” macroeconómica por venta de hidrocarburos, del gas, aunque dependemos de Brasil y Argentina. Se dice que hay dinero para subvención de hidrocarburos y bonos, que se triplicó la inversión pública, que crecen las reservas internacionales. Si contamos con abundante dinero ¿por qué no iniciamos la era de la industrialización?, así desaparecerían la desocupación, pobreza y hambre.
Si hay bonanza no debemos despilfarrarla con la compra de aviones de lujo para el Presidente y Vicepresidente, el cuestionado satélite Túpac Katari, autos brindados, teleférico y para la Cumbre G77 se gastó más de $us.75 millones, aunque no fue beneficioso para Bolivia, dice la opinión pública.
El ministro de Economía había expresado que Bolivia genera el dinero necesario para disminuir la extrema pobreza, pero no se advierte esa disminución. En el territorio se dan manifestaciones de pobreza, desocupación, delincuencia. En cambio en la estructura del subdesarrollo, la pobreza y la miseria son masivas, parte intrínseca de la sociedad y la economía. En el país el 63,6% de la población es pobre, el 15% no es pobre y el 5% tiene ingresos como en países desarrollados. Se sabe que de cada 100 habitantes, 53 están inmersos en la extrema pobreza en el área rural. El 47,4% de la población indígena está en la miseria. De cada 10 personas 6 viven en la pobreza y 4 de cada 10 en la extrema pobreza.
El 90% de menores en el campo es pobre, 2 millones de menores viven en la pobreza, 313 mil menores se dedican al cultivo de la castaña en Riberalta y a otros trabajos en la zafra y las minas de Potosí y Oruro para ayudar a sus padres. Viven o trabajan en la calle 366 mil menores abandonados. Más de 3,1 millones viven en la extrema pobreza. Antes del 2006 con Bs 1 se compraba 4 marraquetas, ahora solamente 2. Uno de cada 10 personas subsiste con Bs 9.
Nuestra pobreza es un problema estructural que afecta a miles de familias por falta de fuentes de trabajo. El FMI y el BID siempre nos han exigido mostrar resultados concretos de la lucha anti pobreza para acceder a programas de alivio de la deuda externa. El BM está convencido de que Bolivia hace lo necesario para combatir la extrema pobreza, a pesar de que el fenómeno social crece y siempre los más pobres sufren más. Alguien dijo que Bolivia después de mucho tiempo tiene las prioridades claras, que no son otras que reducir la pobreza y la corrupción en altas esferas gubernamentales, castrenses, policiales, judiciales. Una muestra de pobreza lacerante es la invasión de mujeres potosinas, cargadas de sus hijos, a las ciudades, por hambruna.
El BM en su programa Alianza Estratégica apoya a Bolivia en su lucha contra la pobreza con $us. 444 millones. El BID da financiamiento anual de $us. 315 millones. Otros países como Japón, Alemania, Holanda, España, Inglaterra, Suiza, Dinamarca nos cooperan, ¿a dónde va esa plata? El presidente Morales se propone eliminar la extrema pobreza hasta el 2030, aunque en 2006 a principios de su gestión dijo que iba a erradicarla, pasaron 8 años y nada de eso se cumplió.
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