En torno al G77 más China

Resaltó en esta Cumbre la presencia de 129 representaciones sobre 133 miembros, incluidos 26 presidentes, superando las expectativas en cuanto al número de delegaciones. Destacada presencia la del señor Ban-Ki moon como líder de relieve internacional, quien halagó al presidente Evo Morales al declararse “entusiasta” de la proyección de éste a nivel regional. Quedó así satisfecho uno de los objetivos de la reunión, a cuyo buen desenvolvimiento contribuyeron tanto financiera como logísticamente el Gobierno Central, la gobernación, las alcaldías de Santa Cruz y Warnes, más la cuota parte de los empresarios cruceños. Sin duda, es un dato positivo en obras de interés común y que rompe con experiencias de no colaboración entre discordes políticos o regionales.

El grupo G77 más China es el acuerdo de las naciones del Sur frente a las del Norte -en vías de desarrollo los primeros y ricos y autosuficientes los segundos-, con enfoque a la igualdad de condiciones y acceso al bienestar, por tanto, de orientación económica y no política, papel éste que cumple el Grupo de los No Alineados. Esa condición hace posible la participación de distintos tonos de Gobiernos: mandatarios demócratas, fingidores de democracia y algunos dictadores con antecedentes indeseables ante la comunidad internacional, inclusive verdaderos genocidas.

La Declaración de Santa Cruz recoge tópicos convertidos en rituales desde los primeros años del organismo de 50 años de vida, muchos de los cuales, sino todos, están contemplados en la plataforma programática de la ONU, uno de cuyos bloques numerosos es precisamente el Grupo reunido en Santa Cruz.

Por su parte, el presidente Morales reeditó sus propuestas en este género de eventos. Figuran entre ellas la Madre Tierra, el “vivir bien”, el goce universal del agua, el anticapitalismo y el antiimperialismo. Su aporte bastante inusitado consistió en su propuesta de la eliminación del Consejo de Seguridad de la ONU (término literal empleado por los medios escritos de comunicación). Conforman este Consejo 5 potencias: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China, a los que se agrega un número determinado de miembros temporarios. El derecho de veto de los miembros natos es un poder indelegable de control mutuo político y bélico -todos poseedores de un potencial tecnológico apocalíptico-, consecuentemente garantista de la paz mundial, aspiración compartida por la globalidad de pueblos y naciones. La invitación a Rusia a unirse al G77, y siendo también China integrante nato del Consejo de Seguridad, significa una contradicción. Más aún, Bolivia en algún tiempo más pasará a formar parte del CS, dentro del sistema de rotación previsto.

La organización y ejecución de la Cumbre se desarrolló en términos normales, excepto algunos contratiempos de infraestructura en los nuevos ambientes de Viru Viru, debidos a las premuras de construcción y al mal tiempo. Protocolo de Cancillería no ejerció tuición a la llegada de las delegaciones; se vio aglomeración de camarógrafos y curiosos cuando descendían de las naves los huéspedes. El viaje a Santa Cruz de diputados y senadores oficialistas –los opositores se excusaron de asistir- y lo propio la concurrencia de 60 fiscales (¿) más todo el Ejecutivo, ocasiona una sangría indebida a la ya fastuosa inversión de Tesoro Nacional, incluidos valiosos obsequios a los participantes del exterior y tantos otros etcéteras. Todo indica que no hay retorno fiduciario, aunque semejante despliegue económico arrojará réditos electorales, cubiertos por el compromiso oficial adquirido.