En declaraciones a la revista Vanity Fair (“Feria de vanidades”), que se edita a razón de millones de ejemplares en varios idiomas, el presidente Evo Morales afirmó que algunos de sus ministros faltan a la verdad y que no se fía de ellos, pues olvidan las cosas o no le cuentan la verdad, lo que en realidad no sólo estaría perjudicando su gestión sino también causando perjuicios al país en general.
Textualmente, el Presidente al hablar con el periodista David López de dicha revista, al referirse al Fondo Internacional y el Banco Mundial manifestó: “Ahora somos socios” y que el control y la relación que mantiene con sus ministros no es muy clara que se diga, pues afirmó que “no me fío de ellos. A veces se les olvidan las cosas o no me cuentan la verdad”. Agregó que “llegó a la conclusión de que sus ministros fallan por ‘el miedo’ que tienen de contrariar al Presidente y de no ser muy claros al momento de asesorarlo” (sic).
Esas declaraciones del Presidente acerca de miembros de su gabinete no fueron aclaradas por los ministros, que guardaron silencio, excepto el de Culturas y el Vicepresidente que dijeron que al parecer no habían leído la versión en Internet, en particular de García Linera que fue objeto de ataques de la oposición, él y su familia.
El hecho de que el Presidente ponga en duda la seriedad de la palabra de algunos de sus ministros, confirma las insistentes críticas de analistas políticos que aseguran que algunos errores que comete el primer mandatario se originan en el asesoramiento equivocado de quienes merecerían ser removidos de sus cargos.
Por otro lado, la declaración presidencial permite expresar que no se está actuando con seguridad en el manejo de las riendas del Estado y, por otro, que, se permite esas “fallas” y violaciones a la Constitución, en particular a la norma que establece en definitiva “no seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojo” (Art. 8), fundamentos establecidos por los ancestros y que se cumplen en la práctica del respeto a los usos, costumbres y tradiciones de los pueblos originarios. Y en particular el Artículo 110 dice: “Las personas que vulneren derechos constitucionales quedan sujetas a la jurisdicción y competencia de las autoridades bolivianas” y “La vulneración de los derechos constitucionales hace responsables a sus autores intelectuales y materiales”.
Afortunadamente, las sugerencias de los ministros y asesores no fueron tomadas en cuenta por el Presidente, ya que de ser atendidas hubieran tenido efectos lamentables para el país y el mismo mandatario que se limitó a denunciarlas, sin que tengan mayores consecuencias.
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