Sindicatos amenazan con nuevas protestas tras huelga

Los sindicatos enfrentados con el Gobierno argentino amenazaron con nuevas protestas tras un paro general que afectó ayer parcialmente al transporte pero no impactó en la industria y además desató una guerra de cifras.

Efe informó que la huelga, la segunda que enfrenta el Gobierno de Cristina Fernández este año, unió al ala opositora de la Central de Trabajadores Argentinos, que inició su protesta en el mediodía del miércoles y agrupa a sindicatos de trabajadores estatales, y a dos de los tres sectores en los que está fracturada la Confederación General del Trabajo (CGT), que realizó un paro de 24 horas.

Las centrales convocaron en reclamo de la reapertura de las negociaciones salariales debido a la alta inflación (en julio según el Gobierno se acumulaba un alza del coste de vida del 16,7%, mientras las consultoras privadas auguran que en 2014 acabará en un 30%) y la modificación del impuesto que pesa sobre los salarios.

La protesta ha afectado a sectores como el transporte y la banca pero no ha logrado paralizar el país, cuyas autoridades negaron rotundamente su impacto en la producción.

“A partir de lo que hemos visto en la calle, no se puede decir que lo que hoy ocurrió sea un paro general ni mucho menos un paro nacional”, aseguró en una rueda de prensa el ministro de Trabajo argentino, Carlos Tomada, quien afirmó que, dependiendo de las regiones, entre un 55 y un 80% de los trabajadores acudieron a sus puestos.

Pero mientras el Gobierno minimizó el impacto de la protesta, para los organizadores la huelga fue “contundente”.

El líder del ala opositora de la CGT, Hugo Moyano, aseguró a Efe que fueron “muy altos los índices de adhesión”, entorno al 85 %.

Ello, según Moyano, “a pesar de que el Gobierno utilizó todo el aparato estatal para tratar de debilitar esta jornada extraordinaria”, como ejercer presión sobre gremios como el de chóferes de autobús para que no se plegaran al paro.