Burdos remedios

Es lamentable constatar casi a diario que los bolivianos al parecer no tenemos iniciativa innovadora en lo que respecta a programas radiales, propagandas en diferentes medios de comunicación social y principalmente en programas televisivos.

Casi siempre, salvo honrosas excepciones, en los diferentes canales nacionales de televisión se hace copias de otros programas del exterior de manera casi idéntica, a no ser por la mala calidad de la copia, su formato es exactamente el mismo y hasta sus presentadores emulan en la voz, en la mímica y hasta en la vestimenta a los presentadores originales.

La situación ha llegado al extremo cuando se ha copiado el famoso “Ice Bucket Challenge”, que más o menos quiere decir el Desafío del Cubo Helado y que ha sido creado por el estadounidense ex jugador de béisbol Pete Frates a mediados de julio de este año en Boston y que consiste en echarse públicamente un balde de agua helada -cámaras de por medio- y retar a otras personas, generalmente personalidades, a hacer lo mismo como una forma de dar a conocer la enfermedad de esclerosis lateral amiotrófica que padece y de esa manera sensibilizar a la población acerca de ese mal y a la vez, cómo no, recaudar fondos para la investigación y tratamiento de dicha enfermedad.

La iniciativa por supuesto que es loable y resulta una forma simpática de lograr ese propósito, por lo que tiene un relativo éxito en los Estados Unidos, al parecer con favorable pronóstico, al menos mediático.

Por supuesto que dicha práctica ha sido inmediatamente copiada en nuestro medio y también inmediatamente muchas personalidades, principalmente políticos que en época de elecciones no dudan en hacer lo que sea, se han mostrado solícitos al respecto y sin dudarlo han emulado a los estadounidenses de la mejor manera que han podido, por supuesto asegurándose de tener muchas cámaras en ese preciso momento (no tendría ningún sentido hacerlo sin ellas), retando a su vez a otras personalidades nacionales a que hagan lo mismo.

Más allá del fondo de la simpática inquietud extranjera y de su noble objetivo, se prueba el hecho de que algunos bolivianos no tienen iniciativa ni siquiera para iniciar esa insólita práctica de echarnos un balde de agua fría sobre nuestras humanidades de manera propia y autónoma para algún objetivo interno.

Me pregunto qué hubiera pasado si a algún boliviano le hubiera ocurrido la idea y la hubiera llevado a cabo, la respuesta es obvia, aparte del resfrío del innovador hubiera quedado como un pobre tonto y nadie le hubiera hecho caso.

Pero como el asunto viene de afuera, sea cual sea, hay que copiarlo, máxime si tiene algún relativo éxito en el exterior y como en el exterior funciona, por supuesto que acá no puede ser menos, es más, el éxito está por demás asegurado tal y como reiteradamente se comprueba, concluyendo que no es por nada que se copia mucha programación extranjera, principalmente televisiva.

Algunos dirán: si es por una buena causa vale la pena y bajo esa premisa se puede justificar el publicitado momento helado de los protagonistas, pero en nuestro caso el baldazo de agua helada no tiene ningún objetivo ni finalidad, simplemente se trata de copiar por copiar; otros diremos que sería bueno dejar de hacer burdos remedios y dedicarnos a hacer algo propio y a la vez innovador, creo sin temor a equivocarme que los bolivianos tenemos mucho ingenio y sobrada inventiva, incluso y sobre todo para crear nuestras propias pantomimas.