Bajó calidad de ropa usada

Francisca Román, secretaria de Hacienda de la Asociación de ropa usada del sector de la Iglesia, opinó: “La venta bajó, porque la calidad de la ropa en fardos no es buena, son muy usadas, no hay ropa bonita y nueva. Nuestras ventas alcanzan apenas para la comida diaria”.

También el fardo de ropa de primera, segunda y tercera ha subido entre 10-15 dólares. “La de primera aún se puede vender, pero después no. Ahora cuesta entre 200 y 250 dólares el fardo, nos llevamos algo de dinero. Ahora el Gobierno nos quiere cortar la venta, que es nuestro trabajo y vendemos al detalle no somos farderos. No sabemos cómo internan los farderos la ropa usada, pero entiendo que lo hacen por el lado orureño, además tienen depósitos grandes y es cierto que los peruanos compran para su país, como si fuese legal”.

Doña Francisca, finalmente, advierte que la reconversión ha fracasado para su sector, debido a que desde el 2009 quedó en el olvido, pese a las promesas de autoridades. “La pregunta para el Gobierno es cómo nos vamos a reconvertir, especialmente los de la tercera edad, para hombres y mujeres, es nuestra fuente de trabajo; comemos de esto, llueva o haga sol. Yo creo que la conversión será que nos dan dinero o préstamos mediante un banco, pero un sector considerable es de la tercera edad y no tienen ninguna garantía, seguro que será para los jóvenes”.

Según la dirigente, hace años les prometieron la reconversión, pero hasta el momento no pasó nada. Ojalá no nos molesten, porque nosotros no les molestamos, si vendemos tenemos para comer y si no, nos aguantamos y dormimos sin comer, pero que tampoco se hacen problemas de vender ropa nueva.

“En este momento existe un Decreto Supremo del 2009 de reconversión del sector y nosotros estamos esperando y no hay nada. Esto sigue creciendo entre los jóvenes y nos preocupa como dirigentes las personas de la tercera edad. El tema lo hemos hablado con la departamental, pero nos hacen promesas y no se cumplen por parte del Gobierno e incluso hemos intentado reunirnos con una Ministra, pero no nos atienden y menos nos recibe y estamos en la incertidumbre, pero cómo los políticos prometen y dicen que hay trabajo, esa es una mentira por las elecciones que se vienen…es una lástima como vivimos”, asevera Wilma Sánchez.