Ante el alarmante incremento del número de casos de feminicidios registrados en el país, la coordinadora Residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia, Katherine Grigsby, sostiene que la realidad muestra que no es suficiente tener una ley, sobre todo cuando esta no es respaldada por una reglamentación, además de un conjunto de políticas y programas implementado desde el Gobierno, por lo que la sociedad boliviana debería exigir respuestas al Estado y a los candidatos a cargos jerárquicos, para que vigorice la lucha contra este delito.
Los informes emitidos desde el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem) dan cuenta que en los últimos cinco años y seis meses, 864 mujeres han perdido la vida en diferentes circunstancias violentas, pero de esa cifra, 551 casos son tipificados como feminicidios, es decir, violencia física, psicológica, sexual o de algún tipo seguido de fallecimiento, de esta cifra, solamente se conocen dos condenas ejecutoriadas.