BM recomienda producir más alimentos

La economía internacional si bien no reporta, por el momento, grandes cambios, y los alimentos presentan precios bajos en los últimos años, no es garantía que se mantengan estables, ya que cualquier momento puede cambiar y el precio puede aumentar, por lo que es vital prepararse para encarar futuras crisis, reflexionó ayer José Cuesta, economista del Banco Mundial.

"Que los precios hoy, hayan bajado en los últimos tres meses, no significa que los riesgos hayan desaparecido ni que la inseguridad alimentaria y el hambre hayan desaparecido. En este mundo, cualquier cambio repentino en los precios hace mucho daño", alertó.

El economista superior del Grupo Banco Mundial, autor del informe Alerta sobre precios de los alimentos, sostuvo una charla virtual ayer por la mañana con el público de América Latina y el Caribe.

POLÍTICAS EFECTIVAS

El órgano internacional indica que este es el momento ideal para prepararse para la próxima crisis, vigilar disturbios alimenticios e identificar políticas efectivas.

Los precios internacionales de los alimentos disminuyeron un 6% entre abril y agosto de 2014, alcanzando su nivel más bajo en cuatro años, según la última edición del informe Alerta Sobre Precios de los Alimentos. Esta fuerte baja fue impulsada principalmente por los precios del trigo, que descendieron un 19% y del maíz, que se desplomaron un 21% en dicho periodo.

ESTABILIDAD RELATIVA

La disminución de los precios internacionales de los alimentos y la relativa estabilidad de los precios internos hacen que este sea un momento ideal para prepararse para posibles crisis en el futuro, indica la nota de prensa del BM.

Junto a la edición de Alerta Sobre Precios de los Alimentos, el Grupo del Banco Mundial pone en marcha el observatorio de crisis de los precios de los alimentos, una plataforma interactiva que da acceso al instante a conocimientos fundamentales y agrega más evidencia a los numerosos trabajos internacionales sobre el seguimiento de las crisis de los precios de los alimentos.

El observatorio puede ayudar a los responsables de la formulación de políticas, las organizaciones no gubernamentales (ONG), el sector privado y otros asociados a identificar estas crisis a medida que se desarrollan, rastrear dónde y por qué se producen disturbios a raíz de los alimentos, y comprender mejor qué políticas funcionan para prevenir y enfrentar crisis de esta naturaleza.

PRODUCCIÓN

Por otra parte, Cuesta indica que hay diferentes formas de promover la producción, desde subsidios a la producción hasta promover innovación tecnológica.

Si bien motivar el autoconsumo es una prioridad en algunas economías de la región, a criterio de Cuesta es una ayuda momentánea para combatir el hambre, pero recuerda que nadie puede producir todo lo que necesita.

CAMBIO CLIMÁTICO

Cuesta también abordó el tema del cambio climático, y dijo que uno de los efectos es la reducción de la productividad agrícola. "Solamente el incremento de la temperatura promedio se espera que afecte a la productividad de la agricultura africana de forma muy considerable. Además, el aumento de la frecuencia y severidad de desastres naturales (sequías e inundaciones, entre otros) afecta la producción y distribución de alimentos", acotó.

Es por esa razón que se deben ingeniar diferentes formas para motivar la producción y amentar la oferta de alimentos en el mundo.

El experto indica que no hay un modelo único de desarrollo agrícola; facilitar al pequeño productor la tierra es una buena idea, pero también hay que pensar en el potencial mercado externo para exportar.

BANCO MUNDIAL

El Grupo del Banco Mundial se ha comprometido a impulsar las inversiones en la agricultura y otros sectores conexos, por lo cual en 2014 destinó $us 8.300 millones en nuevos compromisos. La asistencia del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento y la Asociación Internacional de Fomento (BIRF/AIF) a la agricultura y actividades afines aumentó de $us 3.600 millones en el ejercicio de 2013 a $us 4.300 millones en el ejercicio de 2014.