Crisis de credibilidad en Argentina y Venezuela

Jorge Capitanich, jefe del gabinete de ministros del Gobierno argentino, involucró al sector agropecuario argentino, por “retener cereales” con el objeto de influir en una devaluación. Por tal motivo, Argentina no recibió entre 1.380 y 3 mil millones de dólares, perjudicando a la economía interna, dijo.

La situación política y económica en Argentina podría estar concatenada al deterioro de naciones que pertenecen ideológica y económicamente a la alianza bolivariana (ALBA) y en particular a Venezuela, cuyos descomunales ingresos por la venta diaria de hidrocarburos no explican la extrema pobreza del pueblo y la carestía de productos alimenticios.

Argentina y Venezuela, en este aspecto, constituyen el norte y el sur de la alianza ALBA, polos en conflicto social, de gran deterioro. Son naciones sindicadas por faltar a las normas establecidas en el respeto a los Derechos Humanos y con alto de grado de intolerancia, respecto a la oposición en ambos países.

Las connotaciones argentinas son similares a las del Gobierno de Venezuela y reiteramos, muestran su acelerado descontrol como parte del sistema de la Alianza Bolivariana.

La situación imperante es para el común de argentinos y venezolanos, un reto diario por sobrevivir en una economía mal distribuida que, es de bonanza para los poderosos del gobierno y de mezquindad para la mayoría de la población.

Sin embargo, hay indicios de que, debido a estas grandes contradicciones y sobre todo a la represión imperante contra la clase política de oposición, cuando se acentúa el descontento de la población y piden otra fuerza civil, capaz de restablecer el Estado de Derecho que tanto hace falta en estos países.

BOLIVIA

En cuanto a Bolivia, las proyecciones políticas sugieren que el tercer mandato de Evo Morales, tal vez sería de apertura económica y política, percepción que ya flota en la concepción de analistas extranjeros y de especialistas económicos.

Los proyectos de industrializar los recursos materiales de nuestro país; generar energía con modelos no tradicionales para su exportación y las cada vez más estrechas relaciones de Evo Morales con los empresarios bolivianos constituyen factores de análisis.

POST ELECCIONES

Es posible adelantar una prognosis respecto a qué político y candidato adverso al oficialismo, ocuparía en el lapso post electoral, la cabeza de la oposición.

Pues bien, las actuales encuestas de opinión favorecen a dos candidatos: Evo Morales y Jorge Tuto Quiroga. El primero ocuparía nuevamente el Palacio de Gobierno y el segundo, haría el papel de cabeza de oposición después de las elecciones del 12 de octubre.

Lo ideal sería que, en el ínterin del actual proceso, aparezca una opción política capaz de equilibrar la desigual correlación de fuerzas en el futuro Parlamento y equilibre el escenario político que, antes del 12 de octubre, está caracterizado por la ausencia de una oposición creativa y audaz.