Entre cartas, poemas y cuentos
Carcajada de estaño
Nadie más que yo, ha de reírse
babeándote mi olor sobre la cara,
mascándote los huesos, los labios y los ojos.
Enovillé tu fuerza en la media pulgada
de tu descuido indio;
¡Pedro Marca!
Arrúgate ahora corazón de coca
y hiérete los pies...